¡CASTING DE PIEDRAS!

¡CASTING DE PIEDRAS!
Convocan
A Fortiori Sensorial y la Academia Estúpida de las Artes y las Letras

A Fortiori Sensorial y la Academia Estúpida de las Artes y las Letras convocan
¡CASTING DE PIEDRAS!

Se buscan piedras para proyecto de un corto de animación sobre la sexualidad de las piedras salvajes y sus prácticas er-asm-óticas.
Buscamos compromiso, ganas de actuar, con iniciativa y, sobre todo, piedras proactivas y propasivas según necesidades del guión.

A Fortiori Sensorial es una productora seria y especializada en elfornicio del mundo petral. La Academia Estúpida de las Artes y las Letras es una institución de consolidado dominio en las artes espurias y desnutridas.

■ Buscamos tanto piedras macho como piedras hembra; de cualquier nacionalidad; no importa su idioma, lo fundamental es que sepan jadear con convicción y naturalidad.

■ Piedras menores de edad abstenerse. Podrán presentarse piedras con una edad superior a 50.000 años; se valorará la experiencia de la ancianidad, dado que estas dominan el arte sexual con sobrada habilidad y talento.

■ Han de tener personalidad agradable y expresiva y estar dispuestas a viajar.
■ No se requiere experiencia avanzada en actuación, pero es deseable una buena función de oratoria bucal.
■ No es necesario que sus cuerpos sean bellos, tan sólo requerimos:
• que sean piedras sin tabúes en el tema sexual
• que se sientan sexis
• que tengan un punto exhibicionista
• que estén abiertas a nuevas experiencias, por extrañas que puedan parecer 2

■ Nuestra productora, con más de 20 años de experiencia, muestra su profesionalidad y su respetabilidad a través de sus criterios de actuación:
• A nuestros actores y actrices petrales no se les obligará a realizar acciones que vayan en contra de sus principios morales.
A Fortiori Sensorial se encargará de realizar, a través de su servicio médico, todas las pruebas sanitarias que exige el Sindicato de Piedras Pornográficas SPP, con el fin de preservar la salud de sus profesionales.
A Fortiori Sensorial firmará, con cada actor o actriz, el contrato estándar que facilite el SPP.
• A la finalización de cada sesión de trabajo A Fortiori Sensorial abonará en efectivo (en petroeuros, como es natural), a las piedras intervinientes. Los gastos de viaje y alojamiento correrán por cuenta de las piedras candidatas.
• La Academia Estúpida de las Artes y las Letras, supervisará que su propia intervención, la de la Academia, moleste lo menos posible en la realización de este proyecto.

■ Las piedras candidatas deberán enviar entre 3 y 5 fotos, en posturas sensuales y totalmente desnudas. Incluidos retratos, primeros planos y tomas de cuerpo entero.

■ Se admitirá vídeo de presentación con información sobre la piedra y su experiencia previa.
• Detalles del vídeo del casting: Para garantizar un proceso sin dificultades, le pedimos que haga el vídeo del casting en una habitación tranquila sin ruido de fondo. La habitación debe estar iluminada para que las imágenes sean nítidas. Lo ideal es que configure su cámara de forma que el rostro y la parte superior de la piedra sean claramente visibles.

■ Pretendemos que el corto que filmemos no sólo provoque la excitación sexual entre la población pétrea, sino que también se convierta en un documental científico dirigido a los llamados seres humanos, con el fin de que conozcan, de primera mano, la vida sexual
de las piedras salvajes. O no.

■ Se pueden enviar fotos de cuantas piedras, minerales o rocascandidatas se desee a somos@piedrassalvajes.eu con los datos precisos para cumplimentar los documentos de contratación: Nombre, sexo, composición, edad (aproximada), disponibilidad de 3 desplazamientos y concreción si tiene alguna acción sexual que norealizaría, como: parking, bukakke, gang bang, dogging, plugin, tuerking, mapping, etc.

■ Especificación 1: No serán tenidas en cuenta como prioritariamente estimulantes las piedras preciosas, por muy bellas que sean.

■ Especificación 2: Nos reservamos el derecho de desechar cualquier piedra que nos resulte especialmente carente de carisma magmático o magnético, o viceversa.

■ Las piedras no deberán exceder de un peso de 500 g.

■ La recepción de propuestas finalizará el día 31 de diciembre de 2024.

■ Fecha de grabación: primer trimestre de 2025.

■ Lugar de rodaje: Pal-mira-pallá (Petra).

A Fortiori Sensorial
Academia Estúpida de Las Artes y Las Letras

RAPASODIA

RAPASODIA
Martaerre Sobrecueva

La rapasodia no es una rapsodia, tampoco un episodio de rap.

La rapasodia podría venir a ser la esperanza de odiosas diosas de la lírica.

La Rapsodia se convierte en muletilla, cuando la empleas como recurso lingüístico.

Porque la rapasodia no ha venido para quedarse, ni volverse, no obstante perdurará en la mente de dos personas; la que la descubrió y la que la ocultó.

Por ello, deseo en voz alta, un gran aplauso al público que aquí nos acompaña. Me tomo dos rapasodias y me voy a dormir.

Pero rapasodia, déjenme insistir, viene, de un error al estornudar. Un error por no hallar la primera salida al contagiarse de un constipado común, como el covid. De vomitar versos sin rima, sin duda, ¡sin gas!

La rapasodia española no deja de ser septentrional, lo cual no aqueja nunca de ser el hándicap meridional de las políticas lingüísticas presentes, pasadas, ni previstas en los circuitos poéticos consuetudinarios del momento.

La rapasodia no es tampoco un desliz volcánlico, siquiera consonántlico. Para ello han debido de transcurrir muchas oleadas en los últimos años. Mascarillas de todo tipo han debido de ser utilizadas, recicladas, desgastadas, mutiladas en tooodo tipo de superficie e hipermercado digital. La rapasodia ha sobrevivido a toda mascarada, porque, hagamos memoria, esta hélice creada para girar las palabras suscribe la esencia de tanta vivacidad en la cúspide del arte de acción, porque es la poesía la que se discute, quizá disculpa, entre la vida y la muerte.

No ha venido este recurso literario a solventar los problemas de tantos otros. No. Pues su razón no se aleja de la incongruencia: en definitiva, se reduce a que existe un más acá, que un menos allá se perdería en las colinas de un horizonte de perlas cautivadas y la cuestión es, dónde existiría dicho huerto del «no estar» y dónde estamos nosotras, las personas que delatamos vecinos ruidosos, sino en la composición que dé armonía a nuestras vibraciones internas que desembocan en palabras acompañadas de palabras. Y eso es la rapasodia, el recurso literario que engloba todos, pero que se queda solo sólo por abandono de sus compañeros de verso.

Denunciado este desencuentro, la rapasodia busca editorial entre las piedras. Dicha búsqueda comenzó en un AEIOU, destornilló varias gradas de teatros romanos, para lo cual hubo de emigrar, se decoloró el vello público, rasgó las vestiduras de diversos santos de altares precolombinos, disuadió policías al cruzar en rojo a la izquierda, en definitiva, no volvió a merendar en merenderos, por redundante que sonara, por disgustarle la manera en que se había vertebrado el poema al cantar al Cristo de los gitanos, que ni con sangre en las manos podría descabalgar más versos, ni fonemas que le ofreciera un poco de paz, por amor al prójimo, tan próximo al vértice que conecta la vocal con el vértigo de la consonante flamenca de Flandes, que ya no se llama así sino de la manera que la mañana despierta en la mayoría de descendientes de torres de Babel, donde los idiomas se enseñan a pares y los pares se llevan en los pies.

En definitiva, si la rapasodia tuviera una oportunidad entre los distintos discursos y disciplinas actuales, no sería un ácrata, sino la voz por llegar en tres minutos de aplicación informática, pero que se retrasa otros tres, coma periodo, hasta que una aliteración se revelara cual onomatopeya que no para ni masía en los campos de la labranza poética.

¿Termina la pregunta siempre en signo de interrogación?

La respuesta discierne sin dicho apoyo estructural. No será sino la rapasodia el bastón, la alcayata o hembrina embrionaria que la define frente a la laguna, sin vértice, que constriñe la ausencia de delfines en estos mares donde las poetas aún escriben. Vale.