DE LAS BONDADES DE LO INÚTIL

DE LAS BONDADES DE LO INÚTIL

Por el insignificante Catedrático de la Academia Estúpida de las Artes y las Letras Vicente Gascón García (un inútil total)

En un mundo movido por intereses, los beneficios por todo lo útil, pretendo defender y defiendo la inutilidad como garante del buen vivir y denuncia de la inutilidad y nocividad de lo útil.

Son útiles los reyes y presidentes, los políticos y clérigos, la economía de mercado y el capital, al menos eso en los que nos dicen reyes, presidentes, políticos, clérigos y empresarios; no sólo lo dicen, sino que también imponen estas creencias en las subyugadas mentes de vasallos, ciudadanos y populacho que, sorprendentemente, les apoyan y respaldan.

Ciertamente, todo esto es muy útil si analizamos el patrimonio y logros económicos de los que ocupan los puestos superiores de la pirámide poblacional. Pero es cuestionable la utilidad de los que están sometidos a la cadena productiva que alimenta las ambiciosas tragaderas de los poderosos.

Sin embargo, las artes no llenan estómagos, no trafican con medicamentos, no mueven máquinas, ni provocan guerras. Bueno, salvo cuando los superiores se aprovechan de las artes para especular y marcar distinción; porque, cómo demostrarían que son superiores y poderosos, si no poseyesen el cuadro o la escultura más cara, o no pudiesen disfrutar, de forma exclusiva, de los grandes eventos musicales o literarios, de rodearse, para su uso personal, de los bufones de las artes, las letras y los espectáculos.

Cuadros, esculturas, literaturas, poética, música, danza, teatro, etc., realmente son tan útiles que los pueden disfrutar, de una manera u otra, hasta los más miserables. No saciarán su apetito, no mejorará su economía o estatus social, ni salvarán sus vidas; pero, a todos proporcionará un cierto goce personal, una sensación de bienestar y calidad de vida. Podrán vivir en chabolas de material de desecho, pero en sus paredes podrás encontrar una bella lámina rescatada de la basura, un objeto meramente decorativo o un reproductor de audio. No aportan absolutamente nada para mejorar su miseria, ni le reconocerán ningún valor económico, tan solo permanecen en su compañía para transcender la vulgaridad de lo cotidiano.

Desde los tiempos más remotos nos hemos rodeados de estos objetos inservibles, desde una piedra con tonalidades o formas que nos atrajo la atención, ramas y trozos de madera, dibujos y pinturas sobre las paredes, músicas para la danza o simplemente para romper el silencio. Objetos y enseres inútiles que se pueden abandonar en una huida precipitada, que sin embargo, a veces, es lo primero en meter en la saca.

Y, ¿qué pasa con lo útil? Por lo útil se pelea y se mata, se generan guerras y odios, se rompen amistades o se deshacen familias. Si asaltan tu casa, los ladrones despreciarán casi todo y sólo se llevaran lo útil, salvo que algo inútil, posea un valor económico que le convierte automáticamente en algo útil, útil para canjear por otras cosas más útiles.

Un coche es algo útil, al menos si necesitas desplazarte con cierta frecuencia. Aunque un coche de alta gama es absolutamente inútil. Si el poseedor, por algún revés pierde poder adquisitivo, el coche de alta gama, no sólo se vuelve inútil sino que genera costes que restan poder adquisitivo y de nada sirve la distinción que pudiera aportar, cuando lo que necesitas es pan.

Curiosamente los más miserables, se conforman con tener entre sus pertenencias el tapacubos o la insignia de ese elegante vehículo, llegando, incluso, a robrarlo sin que ello le vaya a sacar de su penumbra económica.

En resumidas cuentas, lo inútil parece aportar satisfacción, hacer sentir que has alcanzado algunos logros y distinción, o simplemente que aumenta la confortabilidad de tu espacio íntimo, aunque en realidad no sirve, crematísticamente hablando, para absolutamente nada.

Ciertos políticos, en cuanto toman el poder, las primeras medidas que toman es eliminar todo lo que ellos creen inútil; en educación suprimen materias como filosofía, arte, música,.. y potencian otras que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los poderosos, arguyendo que sirven para facilitar la disponibilidad de puestos de trabajo, trabajo para satisfacer las necesidades del buen vivir de las personas de bien. Alguien tendrá que limpiar sus casas, cuidar de sus jardines, cocinar suculentos manjares y fabricar sus coches de alta gama.

Lo inútil nos hace más humanos, lo útil nos convierte en depredadores.  ¡Viva todo lo inútil! ¡Viva las Artes y las letras! Vivo en una cueva, pero he pintado en sus paredes manos, monigotes y animales.

Luis María Labrador

Luis María Labrador
Catedrático
Discurso de ingreso en la Academia Estúpida de las Artes y las Letras.

Presentado por el aspirante a idiota Luis María Labrador

Es(timado)académico, ca:

Tú lees
Él lee
Nosotros leemos
Vosotros leéis
Ellos leen
Yo LELO

Resulta para mí un deshonor formar parte de tan nesciente academia. No tengo palabras para agradecer semejante badomía, lo haré con cifras: 34 – 544 – 7656 – 98765 – 566487 – 1546779 – 95476543 – 452166785 – 5665476879 – 21356787654 – 655786465789 – 3555244458764 – 65476589678621 – 8765456785443156 – 76665254425558968 – 752525243455556765 – 828377373765444865 – 9876555087876543678 – 087654336788655876777827 – 876263535666663636663663663663.
Orgulloso fatuo, ínclito bodoque, superlativo bolonio… A continuación pongo los ceros necesarios a la izquierda de mi nombre para ser nombrado académico de tan alelada institución:

0000000000000000 Luis María Labrador.

CURRÍCULUM VITAE EN UN …

¿LA ACADEMIA ES ÚTIL O INÚTIL?

Esta encuesta pretende obtener las sensaciones de las académicos sobre la utilidad o no de pertenecer a esta entidad. Una institución que subraya, hasta romper el papel, que su objetivo final es no tener identidad binaria en cuanto a sus fines artísticos en general, y poéticos en particular; sin embargo, considera que sus miembros son indispensables para deconstruir la certeza de la poesía que dignifica el arte, con el necio propósito de explicar aquello que, parece ser, los sensatos no alcanzan a comprender; y esto es –tal como apuntaba Heidegger y redondeaba Derrida– que en la palabra la fisonomía, las grafías son, ni más ni menos (y paradójicamente), lo verdaderamente importante; que el interior, es decir el significado, es un constructo contingente que no debe alterar, para nada, el camino poético de un verso. Por tanto, para nosotraos, lo único sustancial de los vocablos, lo valioso y transcendental de los mismos, es el significante, el envase que alberga la aleatoria estupidez explicativa. El cuerpo es la anécdota que dota al envoltorio de su verdadera grandeza. La cáscara, la piel de la palabra, su aspecto, es lo que sublima al poema hasta cotas inaccesibles para el significado de la expresión; así como la fonética, el sonido que vocea el garabato, dejando de lado, como no podía ser de otro modo, su innecesaria representación conceptual.

Hecho este introito, por otra parte innecesario y pueril, conmino a las miembros de esta institución, tan honorable como inútil y redundante, a la lectura de una serie de frases, pensamientos o sarmientos, alumbradas por insignes benefactores o benefactoras de las artes y las letras, para de inmediato comentar, contestar o interpelar las susodichas expresiones, según su cuerpo mental vigente en ese momento, le indique. No se retraiga ni se modere, está usted fuera de todo prejuicio o tasación por lo que respecta a sus comentarios.

Yolanda Pérez Herreras
Catedrática
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1. «La idea nace en la boca» (Tristan Tzara):
Y en la lengua enroscada en el entrecejo

 

2. «Asesinemos la inteligencia y la estética si queremos comprender la belleza» (Renée Dunan):
La belleza no existe, existe la hermosura de las lenguas húmedas en busca de la búsqueda

 

3. «Todo ser humano es un artista» (Joseph Beuys):
Toda lengua de humano es arte sin propósito

 

4. «Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección» (Francis Picabia):
Las direcciones de la lengua son infinitas cuando redondea una espalda hambrienta

 

5. «Creemos que el aplauso del silencio es el único que cuenta» (Alfred Jarry):
Cuando la lengua trota entre deseos, el aplauso sobra

 

6. «El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas» (Marcel Duchamp):
La lengua sabe, desde antes de salir de la boca, que la práctica aborta las teorías

 

7. «Todo artista está loco con respecto a la vida cotidiana» (Elsa von Freytag-Loringhoven “Baronesa Dada”):
Con respecto a la vida cotidiana, hasta la lengua está locatis por saborear

 

8. «Una vez un perro le ladró a una máscara que hice. Este ha sido el comentario más honorable que he recibido» (Leonora Carrington):
Estaría con la lengua afuera para pasar el ardor del entusiasmo enmascarado

 

9. «Ser comprendido no es necesario» (Filippo Marinetti):
A veces comprender viene dado con la lengua afuera… afuera de afuera

 

10. «No tengo nada que decir, y lo estoy diciendo, y esto es poesía» (John Cage):
Decir viene a ser como sacar la sinhueso a pasear aunque no rime

 

11. «Un poema es una cosa que nunca es, pero debería ser» (Vicente Huidobro):
En la punta de la lengua tengo un poema que todavía no es pero… será cuando la saliva se active

Ana Higueras
Catedrática
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1. «La idea nace en la boca» (Tristan Tzara):
Después de que muera el pez

 

2. «Asesinemos la inteligencia y la estética si queremos comprender la belleza» (Renée Dunan):
Para ello hay que tener una buena cuartada

 

3. «Todo ser humano es un artista» (Joseph Beuys):
Absolutamente

 

4. «Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección» (Francis Picabia):
Y cuando choca con la corteza, rebota y crea una atmósfera de cocción irregular

 

5. «Creemos que el aplauso del silencio es el único que cuenta» (Alfred Jarry):
El que calla otorga

 

6. «El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas» (Marcel Duchamp):
Y el capitalismo también

 

7. «Todo artista está loco con respecto a la vida cotidiana» (Elsa von Freytag-Loringhoven “Baronesa Dada”):
No lo entiendo

 

8. «Una vez un perro le ladró a una máscara que hice. Este ha sido el comentario más honorable que he recibido» (Leonora Carrington):
Yo también entiendo el lenguaje canino.

 

9. «Ser comprendido no es necesario» (Filippo Marinetti):
En la fruteria sí.

 

11. «Un poema es una cosa que nunca es, pero debería ser» (Vicente Huidobro):
Hacia delante y hacia atrás, pero no detrás.

Vicente Gascón
Académico fundador
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1. «La idea nace en la boca» (Tristan Tzara):
Cierto, pero a veces, bastantes veces, me pongo a vomitar ideas y acabo con mal gusto en la boca. Tal vez mejor tragárselas y que salgan por el otro conducto.

 

2. «Asesinemos la inteligencia y la estética si queremos comprender la belleza» (Renée Dunan):
Eso mismo me dice mi esteticista dejándome la cabeza como una nola de billar.

 

3. «Todo ser humano es un artista» (Joseph Beuys):
O lo que es lo mismo, ningún ser humano es artista, de cara vista.

 

4. «Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección» (Francis Picabia):
Por eso mismo he encargado a Calatrava un par de rotondas, para ordenar el flujo de pensamientos contrapuestos.

 

5. «Creemos que el aplauso del silencio es el único que cuenta» (Alfred Jarry):
El silencio es sabio y por tanto loable, lo hable o mejor no lo hable, nos abruman las palabras y los actos.

 

6. «El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas» (Marcel Duchamp):
Yo las teorias artisticas las guardo en el congelador, helarte preserva de la cortupciónn.

 

7. «Todo artista está loco con respecto a la vida cotidiana» (Elsa von Freytag-Loringhoven “Baronesa Dada”):
Loco-jo, la cordura llena la barriga llena de la bazofia cotidiana.

 

8. «Una vez un perro le ladró a una máscara que hice. Este ha sido el comentario más honorable que he recibido» (Leonora Carrington):
Si ladran es que avanzamos, aunque sea sin dirección determinada.

 

9. «Ser comprendido no es necesario» (Filippo Marinetti):
No lo entiendo, repitelo hasta cansarme de oirlo y acabar adormecido. Lo has entendido?

 

10. «No tengo nada que decir, y lo estoy diciendo, y esto es poesía» (John Cage):
Pues, ahi va un soneto: …

 

11. «Un poema es una cosa que nunca es, pero debería ser» (Vicente Huidobro):
Una vez vi a un señor de Murcia hecho un poema y luego dejó de ser.

Manuel Puertas
Catedrático
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1. «La idea nace en la boca» (Tristan Tzara):
Es necesario también una lengua lasciva, un incisivo canino y cepillo de dientes no de cerdas..

 

2. «Asesinemos la inteligencia y la estética si queremos comprender la belleza» (Renée Dunan):
Hágase idem con todo lo terminado en encia y ética.

 

3. «Todo ser humano es un artista» (Joseph Beuys):
Menos los volatineros que son funámbulos y unos «colgaos».

 

4. «Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección» (Francis Picabia):
Y circular por vías prohibidas.

 

5. «Creemos que el aplauso del silencio es el único que cuenta» (Alfred Jarry):
Es hermano gemelo univitelino de la carcajada con las orejas.

 

6. «El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas» (Marcel Duchamp):
Te rías o no, todo son teorías

 

7. «Todo artista está loco con respecto a la vida cotidiana» (Elsa von Freytag-Loringhoven “Baronesa Dada”):
Está ida la vida y lo cotidiano es ir enviudando……….

 

8. «Una vez un perro le ladró a una máscara que hice. Este ha sido el comentario más honorable que he recibido» (Leonora Carrington):
Quería entablar una bonita amistad pero la máscara era frígida.

 

9. «Ser comprendido no es necesario» (Filippo Marinetti):
Ayer en el súper me comprendí un carro repleto.

 

10. «No tengo nada que decir, y lo estoy diciendo, y esto es poesía» (John Cage):
J. J, (Juanito Jaula) sabía mucho de ecos, músicas y silencios, dicen.

 

11. «Un poema es una cosa que nunca es, pero debería ser» (Vicente Huidobro):
Y si conseguimos componer un neo no-poema ….., todos los poetas al paro y los demás comer perdices.

Josep Sou
Catedrático
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1. «La idea nace en la boca» (Tristan Tzara):
I s’hi llença escopint ben lluny, tant com es puga

 

2. «Asesinemos la inteligencia y la estética si queremos comprender la belleza» (Renée Dunan):
Visca Millan Astray!!! A mí la Legión!!!

 

3. «Todo ser humano es un artista» (Joseph Beuys):
O dos… si ens mira un bisco

 

4. «Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección» (Francis Picabia):
Alguns la tenen quadrada, com els ous

 

5. «Creemos que el aplauso del silencio es el único que cuenta» (Alfred Jarry):
A veure qui la diu més grossa

 

6. «El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas» (Marcel Duchamp):
Com la pintura si et cau damunt del pantalons nous

 

7. «Todo artista está loco con respecto a la vida cotidiana» (Elsa von Freytag-Loringhoven “Baronesa Dada”):
I tothora també. Per a fer el que fa s’ha d’estar ben arreat

 

8. «Una vez un perro le ladró a una máscara que hice. Este ha sido el comentario más honorable que he recibido» (Leonora Carrington):
Veus? Qui no es conforma és perquè no vol

 

9. «Ser comprendido no es necesario» (Filippo Marinetti):
Doncs clar…i després tot són plors i anar a la maré.

 

10. «No tengo nada que decir, y lo estoy diciendo, y esto es poesía» (John Cage):
Mare meua…el personal demana manicomi a crits

 

11. «Un poema es una cosa que nunca es, pero debería ser» (Vicente Huidobro):
Así empezó mi padre y acabó en el frenopático

 

TOMAS FALSAS:

 

1. «La idea nace en la boca» (Tristan Tzara):
Y se escupe de inmediato, en un instante de fluidez anárquica

 

2. «Asesinemos la inteligencia y la estética si queremos comprender la belleza» (Renée Dunan):
Viva Millán Astray!!!

 

3. «Todo ser humano es un artista» (Joseph Beuys):
O varios… en caso de ser admirado por un bizco

 

4. «Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección» (Francis Picabia):
Pero dicen que algunos la tienen cuadrada, como los huevos

 

5. «Creemos que el aplauso del silencio es el único que cuenta» (Alfred Jarry):
Ya andamos jodiendo con las frasecitas…mira que les gusta enredar y subvertir el desorden

 

6. «El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas» (Marcel Duchamp):
Ni más ni menos

Juan Fran Nuñez
Catedrático
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1. «La idea nace en la boca» (Tristan Tzara):
Y la ideaza nace en la bocaza.

 

2. «Asesinemos la inteligencia y la estética si queremos comprender la belleza» (Renée Dunan):
Que viva la belleza aunque sea incomprensible.

 

3. «Todo ser humano es un artista» (Joseph Beuys):
Hay artistas humanos y artistas inhumanos.

 

4. «Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección» (Francis Picabia):
Y para llevar gorra y sombrero.

 

5. «Creemos que el aplauso del silencio es el único que cuenta» (Alfred Jarry):
No sabía que el aplauso supiera contar.

 

6. «El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas» (Marcel Duchamp):
Hay que guardar las teorías artísticas en el frigorífico para que no se echen a perder.

 

7. «Todo artista está loco con respecto a la vida cotidiana» (Elsa von Freytag-Loringhoven “Baronesa Dada”):
Cuanto más vivo más loco.

 

8. «Una vez un perro le ladró a una máscara que hice. Este ha sido el comentario más honorable que he recibido» (Leonora Carrington):
Le ladró pero no le mordió.

 

9. «Ser comprendido no es necesario» (Filippo Marinetti):
Es mejor ser incomprendido.

 

10. «No tengo nada que decir, y lo estoy diciendo, y esto es poesía» (John Cage):
Poesía eres tú.

 

11. «Un poema es una cosa que nunca es, pero debería ser» (Vicente Huidobro):
Debería ser y estar.

Jin Lorena
Catedrática
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1. «La idea nace en la boca» (Tristan Tzara):
En la boca que ha masticado y transcrito la narrativa creada en el taller mental.

 

2. «Asesinemos la inteligencia y la estética si queremos comprender la belleza» (Renée Dunan):
Dejemos de lado a la razón para que el instinto nos ilumine.

 

3. «Todo ser humano es un artista» (Joseph Beuys):
Toda acción es un acto creativo.

 

4. «Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección» (Francis Picabia):
Las neuronas son brújulas adaptables de nuestro cerebro que es una miniatura planetaria.

 

5. «Creemos que el aplauso del silencio es el único que cuenta» (Alfred Jarry):
El silencio contiene la solemnidad del respeto.

 

6. «El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas» (Marcel Duchamp):
El arte está en continuo movimiento, la clasificación es un estancamiento en el tiempo-espacio.

 

7. «Todo artista está loco con respecto a la vida cotidiana» (Elsa von Freytag-Loringhoven “Baronesa Dada”):
La mediocridad mata la imaginación. El artista traspasa los límites de lo políticamente correcto. La rebeldía es necesaria para crear.

 

8. «Una vez un perro le ladró a una máscara que hice. Este ha sido el comentario más honorable que he recibido» (Leonora Carrington):
Ante una obra de arte, mejor un silencio, un ladrido o un sonido gutural antes que un ¡Muy bonito!

 

9. «Ser comprendido no es necesario» (Filippo Marinetti):
Pasamos la vida intentando comprendernos a nosotros mismos. Imposible querer que otro nos comprenda.

 

10. «No tengo nada que decir, y lo estoy diciendo, y esto es poesía» (John Cage):
Cualquier acción o inmovilismo es expresión.

 

11. «Un poema es una cosa que nunca es, pero debería ser» (Vicente Huidobro):
La trascripción de la idea, del lenguaje mental al lenguaje verbal siempre guarda misterios. Retazos de construcciones poéticas, artísticas e históricas. Nuestra civilización está formada por un cúmulo de retales.

Llapis
Académico fundador
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1. «La idea nace en la boca» (Tristan Tzara):
Desde dentro, es un reflujo gástrico neuronal. Si es relevante, hay que dejar que el poniente la mezca, si no, siempre se puede subir a las rrss.

 

2. «Asesinemos la inteligencia y la estética si queremos comprender la belleza» (Renée Dunan):
Los pollos comen pollo, los humanos a sus semejantes y los artistas comen pollo con plagiatas.

 

3. «Todo ser humano es un artista» (Joseph Beuys):
En horario infantil.

 

4. «Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección» (Francis Picabia):
Las hay apepinadas para dar que hablar a la ensalada de ideas.

 

8. «Una vez un perro le ladró a una máscara que hice. Este ha sido el comentario más honorable que he recibido» (Leonora Carrington):
También ladran a la luna y esta, no se da por aludida.

 

9. «Ser comprendido no es necesario» (Filippo Marinetti):
Además engorda

 

10. «No tengo nada que decir, y lo estoy diciendo, y esto es poesía» (John Cage):
Au .

 

11. «Un poema es una cosa que nunca es, pero debería ser» (Vicente Huidobro):
Además de un desgaste.

Miyaki Inukai

Miyaki Inukai
Catedrática
Discurso de ingreso en la Academia Estúpida de las Artes y las Letras.

Presentado por la aspirante a idiota Miyaki Inukai

アカデミーへの入学スピーチ

«Buscando el nido de mis ‘emociones’ dentro de mi cuerpo»

Mi cuerpo a menudo se deja llevar por las emociones.
Cuando eso sucede, mi cuerpo inmediatamente pierde el control.
Como si estuviera infectado por un virus.
Todo en la vida está controlado por criaturas de otra dimensión llamadas “emociones”.
A veces intentan destruir el cuerpo que intenta sobrevivir biológicamente.
Además, a veces invocan poderes milagrosos de cuerpos que biológicamente están al borde de la muerte.
Estoy tratando de encontrar el «lugar donde viven las emociones» dentro de mi cuerpo.
Un lugar donde vive la alegría, un lugar donde vive la tristeza.
A veces amablemente. A veces violentamente.
Quiero capturar, extraer y mirar esta «emoción», una criatura de otra dimensión que vive en mi cuerpo.
¿De qué color es?
¿Qué forma tiene?
¿Es blando o duro
¿Huele?
¿Qué pasa si «mi amado cuerpo» se separa de «mis amadas emociones»?
Un adiós al yo caótico e informe que soy.
¿Mi cuerpo soy yo o mis emociones son yo?
Y simplemente respira y conviértete en un cuerpo sencillo que esté en armonía con la tierra.
Algún día me gustaría ir a Shark Bay en Australia y ver estromatolitos.
Allí respiro profundo y antiguo.

«Looking for the nest of my ‘emotions’ within my body»

My body is often taken over by emotions.
When that happens, my body immediately relinquishes control.
As if infected by a virus.

Everything in life is controlled by creatures of another dimension called “emotions”.
Sometimes they try to destroy the body that tries to survive biologically.
Also, sometimes they summon miraculous powers from bodies that are biologically on the brink of death.

I am trying to find the «place where emotions live» within my body.
A place where joy lives, a place where sadness lives.

Sometimes kindly. Sometimes violently.

I want to capture, extract, and look at this «emotion,» a creature of another dimension that lives in my body.
What color is it, what shape is it, is it soft or hard, does it smell?

What if «my beloved body» is separated from «my beloved emotions»?

A farewell to the chaotic, formless me that I am.
Is my body me, or are my emotions me?

And just breathe and become a plain body that is in harmony with the earth.

Someday, I would like to go to Shark Bay in Australia and see stromatolites.

I take a deep, ancient breath there.

「感情のすみかを探す」



私の身体はよく感情に乗っ取られます。
そうなると、私の身体はすぐに、コントロールを手放します。

まるでウイルスに侵されたかのように。

生きること全てが、感情という異次元な生命体によって支配されています。
時には生物学的に生きようとする身体を、破滅させようとします。
また、時には、生物学的に死にそうな身体から、奇跡的な力を呼び起こします。


私は、自分の身体の中の「感情の住まう場所」を探し当てようとしています。


時には優しく。
時には荒々しく。


この「感情」という、私の身体に住まう異次元の生命体を、捕まえて、取り出して、眺めたいのです。どんな色をして、どんな形をして、柔らかいのか、硬いのか、匂いはするのか、、、


いつも私を混乱させる愛しい私の感情と、

いつも生命に向かって私を連れて行ってくれる愛しい私の身体の訣別。

混沌とした形のない私そのものとの訣別。
身体が私なのか、感情が私なのか、


そしてただ呼吸をして地球と調和するプレーンな身体になって

いつか、オーストラリアのシャーク湾に行って、ストロマトライトに会いたい。
そこで太古の呼吸をする。

CURRÍCULUM

MIYAKI INUKAI /JAPÓN

Utilizando tres métodos: «acción», «espacio con huellas» y «pintura», y a veces incluso asumiendo desafíos más originales, pienso constantemente en la relación entre mi cuerpo y mis emociones.

Cuando era pequeña, enterré un cepillo de dientes amarillo en mi jardín.

Cuando estaba en la escuela primaria, alineaba renacuajos en el césped de mi jardín y jugaba con ellos.

Cuando era adolescente, corría entre mi casa y la estación expresando muchas emociones diferentes.

Cuando tenía 20 años, seguía conteniendo el aliento que exhalaba en mi habitación.

Cuando tenía 30 años, cambié mi lápiz labial para que combinara con el color de las hojas de otoño de hoy.

Cuando tenía 40 años, desarrollé una relación íntima con tomates, huevos crudos y leche en todo el mundo.

50, recién comenzado

PROFILE

MIYAKI INUKAI /JAPAN

Using three methods: «action,» «space with traces,» and «painting,» and sometimes even taking on more original challenges, I am constantly thinking about the relationship between my body and emotions.

When I was a toddler, I buried a yellow toothbrush in my garden.

When I was in elementary school, I lined up tadpoles on the lawn in my garden and played with them.

When I was a teenager, I ran between my house and the station expressing many different emotions.

When I was in my 20s, I kept holding the breath I exhaled in my room.

When I was in my 30s, I changed my lipstick to match the color of today’s autumn leaves.

In my 40s, I developed an intimate relationship with tomatoes, raw eggs, and milk all over the world.

50s, just started

履歴書

犬飼美也妃

「行為」「痕跡のある空間」「絵画」 のだいたい三つの手法で、時にはもっと独創的な挑戦も含め、私は常に自分の身体と、感情の関係について考えています。

幼児の頃、黄色い歯ブラシを庭に埋めた

小学生の頃、オタマジャクシを庭の芝生に並べて遊んだ
10代の頃、家と駅の間を何往復も走った

20代の頃、自分の吐いた息を部屋に溜め続けた

30代の頃、今日の紅葉の色に合わせて口紅を変えた
40代の頃、世界中のあちこちでトマトや生卵やミルクと親密な関係になった
50代 スタートした

DEL VIVIR ESTÓLIDO

DEL VIVIR ESTÓLIDO
Mariano H. de Ossorno

Gusta el Maestro Mateos de pasar las mejores horas de la tarde, cuando es que el sofoco comienza a apaciguarse, en animosa conversación con afines y desafines a su verba, pues de todo ha de haber si se busca una charla productiva y no mero el chachareo de bocas alicaídas o alienadas [palabra que poco se hace oír en las tabernas], alrededor, siempre, de una botella del buen vino  de la tierra; ese vino bronco de uvas negras y jugosas capaz de encrespar hasta al mismo Lázaro que lo probara.

El Maestro Mateos es hombre sencillo y cauteloso por lo común, mas cuando el vino cunde en la mesa de la taberna, cumpliendo con creces su encomendado cometido, momento en que todos los asistentes se vuelven como piedras de mechero, enseguida prestos a soltar sin previo aviso su chispa incendiaria, él, como a su vez los otros, suele porfiar a favor de las mayores extravagancias que el vapor del pirriaque agita su, por lo demás, bien amueblada cabeza, pero en cuyo trastero deben acumularse, sin orden ni concierto, esos otros muebles que sólo aguardan la oportunidad de recuperar su antiguo sitio en la casa, como el mono que llevamos dentro pugna por recuperar su animalidad más retraída.

Entonces, poseído la euforia festivalera del alpiste afloja lenguas, el Maestro Mateos, al igual que el peor de los nihilistas, el más radical de los profetas apocalípticos, hace crujir el ya calentado ambiente, soltando sus imponderables amonestaciones contra todo y contra todos; contra esto uno y aquello otro de cuanto en el mundo le alimenta la tirria que le viene carcomiendo las entendederas, al igual que el óxido al hierro, desde que se doctorara en Metatísica con una tesis sobre “El malestar de la cultura y sus efectos en la vida diaria del Ser pensante”. Fue encontrándose en mitad de la redacción de la misma, circunstancia que el Maestro Mateos considera crucial en el desarrollo de su pensamiento, que se cayó del caballo, como el mismísimo Pablo de Tarso –aunque él saliera del incidente peor parado que el viejo doctrinario– y se reconvirtió de entusiasta en detractor; de ángel en diablo; de buena persona en mal bicho; de uno en dos: un Maestro Mateos bonachón y constructivo a las hora claras del día y otro Maestro Mateos desaforado y destructivo nada más apagarse el sol en la lejanía. Porque entonces, solo entonces, cosa que ya hemos adelantando, pero que el trazado de esta narración nos fuerza a repetir, al favor del vino aflora su inconsciente malherido y comienza a canturrear, a cada palabra con mayor vehemencia, la lista de cuantas aportaciones de la maldita Cultura siguen triunfando en amargarle su plácida existencia a la perpleja Humanidad, que no sabe reaccionar a tiempo, ni ganas que parece tener.

Hoy, por situarnos en el presente más inmediato, en lo que oímos mientras compartimos mesa con el Maestro Mateos, tal bestias mansas y complacientes, ha sacado del pozo de esos innúmeros adelantos civilizadores que, según él, se establecen en nosotros con la única finalidad de entorpecernos el vivir sin fama a cambio de la gloria de un sinvivir civilizado, al comer espinacas cocidas y las películas en versión original y el olor dulzón del tabaco de pipa y el club de los corazones solitarios y los pasquines de casas de masajes y las rosas cúbicas de los poetas y las hileras de las procesionarias del pino y el licor de moras y que te soliciten un favor y las propiedades comunes de las vitaminas y el clamor de los atletas y las encuestas electorales y los ambientes sobrecargados y la sopa recalentado al microondas y las olas y las primaveras y los columpios y bailar pegado y las traducciones del portugués y los portaminas y los portaviones y las dentaduras postizas y los coches de motor eléctrico y la hora de acostarse y los teleñecos y el calor húmedo del agua caliente y las piperas que venden cigarrillos de matalauva y las tiendas de semillas exóticas y los brotes sicóticos de los alumnos díscolos y los sombreros de ala ancha y las cachiporras de los municipales y las camisas de fuerzas y los sillines de las bicicletas y el gallo de morón y los molletes de Antequera y las ensaimadas y los andares cansinos y las excursiones a la montaña y la ley de la gravedad y leer libros recomendados y los brazos de algunas mecedoras y los farolillos de los restaurantes orientales y los inviernos fríos y de poco llover y los estados de derecho y los ingredientes de la purrusalda y  los vientos en la cara y el pan de molde y los espacios abiertos y los libros de bolsillo y el morirse los seres queridos y la parsimonia de las salamanquesas y saber por dónde vas y perderse los seriales de la radio y contar sin los dedos y las músicas sordas y los pantalones ajustados al culo y las aceitunas negras y las retrasmisiones deportivas y los crecepelos…

Y así como les cuento, el Maestro Mateos, jornada tras otra –descontando los días festivos y los del mes de agosto, que la taberna cierra para merecido solaz de sus dueños y servidores–, se explaya expandiendo entre los bayucanos, que no faltamos a las citas sin causa justificada, la interminable nómina de los condicionantes  invisibles que la dorada civilización, el inagotable progreso, en su avidez de novedades, y en el querer pernicioso de hacer de todos nosotros una especie trascedente, dice ir regalándonos al objeto de sacarnos, algún mañana, de nuestra congénita estupidez de origen, y que por ser cosas de tan sencilla apariencia y de tan común protagonismo, se aceptan con enorme desparpajo y confianza en sus intenciones, cuando lo cierto es que, hasta el momento, ningún aprender más, ningún caudal de conocimientos adquiridos, nos ha librado de la estupidez.

Pero, aunque así no lo quiera el Maestro Mateos, él sabe bien que hay que seguir enseñando (vocación no le falta), pues de no dejar de ser estúpidos, seamos, al menos, unos estúpidos ilustrados. Buena gente que sueña con regresar rendidos a las salvíficas labores del campo.

(A Agustín García Calvo, maestro interminable)

Marta R.Sobrecueva

Marta R.Sobrecueva
Catedrática
Discurso de ingreso en la Academia Estúpida de las Artes y las Letras.

Presentado por la aspirante a idiota Marta R.Sobrecueva

Estimadas personas ausentes, no logro despedir mi ente, entre tanta gente, con este acto de bienvenida. Mas procedo a las circunstancias que a la sazón versan. Con ello deseo dar mi apoyo y acogida al hermano pequeño del verbo pedir, Benjamín Pedido, el cual tampoco asistirá a ningún acto. Puedo llegar tarde, por retraso, pero sin dar excusas ¡Oh esas precarizantes de adverbios! ¿Será por ser la tercera de tres tristes tigres, tres trigos, tres tratos al trotar tiritando? .

Siendo ésta, una acogida al más sincero abrazo que una academia pueda dar a los aquí circuncidantes, en un mayúsculo y tímido “hola amigos, soy yo”, me despido, de nuevo, por redundancia de bienvenida aliterante.

Si bien, digo lo que me place, pues el que nace, subyace y pace, bien calce o al mono descalce. Mas bien merecido finiquito subyazca, no me quejo cuando crezco, si no padezco.

Yo no hablo de una cohibida salutación, con monosílabos como “yo» y como «tú”, por ese orden, sino con impertinentes pronombres singulares que vendrán, tan personales, como las hojas pálidas capicúas del crepúsculo matutino, exaltado por naturaleza. No nos equivoquemos: la permutación al sol ha de acompañar a todo estulto. Esto es así mas no por su imbecilidad, sino porque así se lo enseñó su familia por ser quien era. No erremos gratuitamente, no, no y no. Esta Academia ha de conservar sin almíbar todo lo poco que haya podido captar, anidar y perpetuar. Es más, dado que la minucia no quita lo valiente, entonces ¿por qué no remendarlo?

En los más recientes siglos hemos presenciado muchos acontecimientos y los calendarios han polucionado cientos de nuestros queridos territorios, tanto verdes como de otros matices cromáticos, no obstante, sin embargo, con todo, sin redundar en circunloquios, el discurso ha de cambiar hacia almanaques libres de números que constriñan las generaciones novelescas y abracen a las más recientes.

Es de mi intención, deseo, pretensión, mira, propósito, designio, empeño, voluntad, determinación, idea, pensamiento, fin, objetivo, meta, motivo, que esta Cátedra, la cual me ha sido embalaustrada para que alcance, obtenga, consiga o logre todo el barniz que se merece, desgaste mayusculamente las polillas de los ceniceros del ayer. Y que haya pan pignorado para todas las gentes que no sufran de ignorancia, cuando así la padezcan.

Sin mí la Academia será libre, conmigo también. La libertad, queridas consonantes y vocales, no es libre y se halla en los libros, de ahí la etimología consagrada que, como bien desconocéis, coincide provenir de Silla(Valencia). La silla es una atadura a la mesa y el sillón al televisor. Con dicho resultado lógico, he aquí mi aportación a este lugar de inculto, seáis o no samotrácicos, lo estúpido carece de tupido, por doquier, es libre. Vale.

CURRÍCULUM

Currículum vitae de Martaerre (breu). 

 

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Caligula

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Aj aj aj

¡¡¡¡Achís!!!! 

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Aaaaaaah

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Carles Cano

Carles Cano
Catedrático
Discurso de ingreso en la Academia Estúpida de las Artes y las Letras.

Presentado por el aspirante a idiota Carles Cano

Un discurso me manda hacer Violante… ¡Menuda estupidez! Como si no hubiera ya suficientes discursos sobre la faz de la Tierra (por cierto, ¿por qué se dirá faz como si la Tierra tuviera cara?). Como si no se dijesen suficientes estupideces en ellos. Hacer, escribir, inventar, pergeñar un discurso estúpido, como una especie de metadiscurso: ¡haga usted un discurso estúpido sobre la estupidez! ¡Y una mierda! ¡No me da la gana! Que lo haga Rubiales, o Rajoy o Ayuso, grandes expertos. O, ya puestos, que lo haga el Chat GPT, aquí va:

 “Ladies and gentelmen, hoy me encuentro aquí para hablarles de un tema que, aunque parezca paradójico, es de suma importancia: la estupidez. Sí, esa cualidad que a menudo nos hace preguntarnos si alguien realmente puede ser tan…¡bueno, estúpido!

            La estupidez es como una montaña rusa emocional en la que todos hemos montado alguna vez. Desde aquellos momentos en los que intentamos empujar una puerta en la que dice “tire”, hasta cuando olvidamos nuestras propias contraseñas por quinta vez en un día. Es un viaje sin fin de situaciones absurdas que nos hacen reír, llorar y cuestionar la inteligencia humana.

            Pero ¿quién necesita lógica y razón cuando podemos tener anécdotas hilarantes sobre los momentos más tontos de nuestras vidas?  La estupidez es lo que no une a todos, porque en algún momento u otro, todos hemos sido víctimas de ella.

            Así que, en lugar de temer la estupidez, celebremos sus momentos cómicos. Después de todo, ¿dónde estaríamos sin esos errores que nos hacen tan humanos?

Porque, como dijo alguien muy sabio “la estupidez es contagiosa, pero también es increíblemente divertida” ¡Gracias y que la estupidez ilumine siempre nuestro camino!

            ¿Se pueden decir más estupideces, gilipolleces, tópicos, lugares comunes? Sí, seguro que se puede. Como decía Einstein, hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana y no estoy seguro de la primera.

            Así pues, y sin que sirva de precedente y tampoco de antecedente, como soy un inconsciente, encantado de formar parte de esta panda de descerebrados.

 

            Carles Cano

CURRÍCULUM

Nací en València en el 57, el año de la riada, aunque en la Rioja tuvieron una de las mejores cosechas de vino del siglo. Nací ya con pelo, aunque no hay foto que lo atestigüe; y rubio, de eso si hay foto. Ahora soy castaño, cada vez menos, menuda castaña eso de ir perdiendo el pelo. Sobreviví por los pelos, según contaba mi madre porque tenía el ombligo roto y se me salía la leche por ahí, pero con tesón y leche, siempre de la misma vaca, la parca no me llevó cogido del pelo. ¡Angelito! Hubieran dicho las vecinas compungidas tirándose de los pelos, como era costumbre en la época.

            Me gusta escribir, contar y cantar a pelo, sin protección ni mapas ni escaletas. Sé que he estado a un pelo de conseguir cosas importantes: ser el soltero de oro de mi pueblo, ligarme a la chica más guapa de la pandilla, ser nombrado profesor del año o ganar alguno de esos premios literarios importantes a los que de vez en cuando me presento, pero siempre ha faltado un pelo. Otras veces, sin embargo, me ha lucido el pelo y he ganado alguno de esos premios importantes, como el Lazarillo de Literatura Infantil y Juvenil en 1994 y 2016 o el Sant Joan del Hospital de 2006.

            He hecho cosas que no creeríais, y que os podrían los pelos de punta: he bailado y cantado jotas en Japón, en Alemania, en Francia, en Minsk, en Moscú y bajo la Acrópolis. He contado cuentos y firmado libros en Guinea Ecuatorial, Méjico, Inglaterra, Marruecos, Francia, Portugal, Colombia, Argentina…donde, además di clases de valenciano durante tres meses. He hecho tres exposiciones de poesía visual: Poemes Broemes i Altres Artificis, Cartes, y Poemes Visionaris. He ejercido un montón de oficios: carpintero, tallista en madera, camarero de BBC, profesor de baile, profesor de Lengua y Literatura, Locutor, guionista de radio y televisión, escritor, narrador oral… Dicen que no tengo pelos en la lengua y ni un pelo de tonto, aunque eso no significa que lo tenga de listo, también a mi me han tomado el pelo. Ah, además de todo esto, tengo un gato, simpático y de pelo suave.

            ¡Espero que no hayáis acabado hasta los pelos!

Montserrat Palacios

Montserrat Palacios
Catedrática
Discurso de ingreso en la Academia Estúpida de las Artes y las Letras.

Presentado por la aspirante a idiota Montserrat Palacios

PRESENTACIÓN DEL REVÉS PARA LA ACADEMIA ESTÚPIDA DE LAS ARTES Y LAS LETRAS

Del revés, desde la sombra, a contraluz, fuera de tono,
Patas pa’rriba, me presento, me siento, me levanto, me adormezco,
Entre los pies, con callos, me callo, pataleo, susurro.
Absorta, retorta, te canto, me contemplo.
Sonrío, me escuchas, me presento.

Hoy soy no soy, aquí contigo, los lazos a solas solaces,
estúpida, curiosa, muy llena:
tupida, es, muy muy tupida, pida, pida usted
Estúpida, pida y da.

Da: desde aquí, (desde el corazón) y la pestaña izquierda (la del guiño)
el logos que descanse, que se duerma, que calle, (si puede) que no juzgue.
¡Llegó el tiempo de pensar con las manos!
¡Llegó el tiempo de soñar con los pies!

Ahora es nunca, y más nos vale doblar nuestros huesos para que no pesen y salir de juerga…
Más nos vale darnos prisa, no vaya a ser que el silencio nos pegue la lengua…

Con desatino, equívoca, imprecisa, defectuosa, torpe, lenta, os saludo.
Desde la ternura, la dulzura, la rabia, la fragilidad, la rotura y la descompostura.
Desde el deshilacho del hilo, pierdo el hilo y os digo o más bien les grito a susurros:
Aquí estoy, me presento
ante sus académicas miembras y sus mimbres bien tejidos, coloridos.

Académiques e incautus
Amiges estupides del munde mundiela,
Imbéciles inútiles, fracasades.
Os admiro y os amo.

CURRÍCULUM

Montserrat Palacios (México/Valencia) es soprano, performer vocal, artista sonora y antropóloga sonora, especialista en técnicas extendidas de la voz -es decir- la ruptura con el canto en sentido tradicional, haciendo uso de texturas, tímbricas y registros vocales que sobrepasan las 4 octavas-. Con formación académica en canto por la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes (México) y etnomusicóloga por la Facultad de Música de la Universidad Autónoma de México, es doctoranda en Historia y Ciencias de la Música por la Universidad de Valladolid y doctora PhD Cum Laudem en Artes por la Liberis Artium Universitas (España). Y de todo ello, lo mejor son sus chilaquiles con chile morita, chile de árbol, chipotle y queso gratinado, con ese maíz que revienta en el paladar haciendo orquesta de campanas, de esas que hoy pican y mañana repican. Que hambre.

Elisabeth Candina Laka

Elisabeth Candina Laka
Catedrática
Discurso de ingreso en la Academia Estúpida de las Artes y las Letras.

Presentado por la aspirante a idiota Elisabeth Candina Laka

Queridos y deslustrísimos miembros de la Academia Estúpida de las Artes y de las Letras:

Soy inocente. Inocente de todos los cargos que se me imputan. Los inventados y los otros. No soy un demonio, tampoco una bruja (entendiéndose esta como una mujer que se desplaza por los aires a horcajadas de una escoba voladora), puesto que no poseo ningún poder sobrenatural más allá de elevarme diez centímetros del suelo. Lo consigo con la fuerza de mi mente, y, doy fe, que Belzebú (¡Ensalzado sea Dios, Señor de los Mundos!) en nada ha contribuido a mi elevación centesimal.

Pero debería comenzar por el principio y que los oídos que escuchen mi historia juzguen mi relato. Todo comenzó cuando encontré el catalejo bajo el tronco del naranjo.

La habitación donde vivo, junto con otras treinta mujeres, está rodeada de ventanas que dan todas a un jardín poblado de mil especies de árboles frutales. El Califa nos visitaba todas las noches y cada vez elegía una diferente, ora morena, ora rubia, en otra ocasión la gorda, y así, hasta que me hizo su favorita.

Comenzó entonces a requerirme noche tras noche.

«En ti se concentran todas las bellezas», me decía mi señor cuando me desabrochaba y quedaba con la camisa abierta frente a sus ojos como lunas junto a la mosquitera del dosel: «En una parte gorda y en otra delgada, un lado moreno y otro rubio».

Y así era. He heredado los rasgos mezclados de mis antepasados. Estos se remontan a los tiempos de Aquiles, cuando en el campamento de los aqueos la primera mujer de mi sangre ungía de aceites perfumados y frotaba el cuerpo de este dentro de una tina. Luego se dispersaron por Oriente Medio, llegando hasta Granada y Córdoba, de donde fueron expulsadas unas, y otras se convertían al cristianismo.

También hubo muchas que, en el nombre del Profeta, se lanzaron con sus mejores vestidos de oro y lapislázuli desde los minaretes.

—El resto de la historia ya la conoces, señor mío.

—Sí.

Una rama de quienes habían sido expulsadas de España se instaló en Túnez y Argel.

Así pasaban las noches, contándole a mi dueño los viajes de mis antepasados, hasta que llegué a este jardín que es una luna a donde mi señor viene a buscarme al anochecer desde hace más de cien días.

Como cada tarde, me había bañado y perfumado y esperaba a mi dueño en el jardín cuando, distraída, tropecé con algo que sobresalía entre las raíces del naranjo y caí. El perfume dulce como miel del azahar y el encuentro con mi dueño me habían nublado el entendimiento. ¿Qué era aquello? De entre las raíces y pétalos de azahar sobresalía algo dorado.

Escarbé un hoyo más profundo y pude descubrir que se trataba de un catalejo.

Aquella noche el Califa se presentó en las habitaciones con sus mejores ropajes, una esclava tocada el laúd y los eunucos nos sirvieron almendras con granadas y gallina a la naranja. No me quedé, sin embargo, como otros días hasta el alba pues el Califa debía reunirse con el nuevo Visir y con su hijo al amanecer.

—Vete ahora —me ordenó cuando terminamos de cenar. La esclava me pasó una toalla y me limpié las manos.

Bajé al jardín y de allí al naranjo. Aunque no desenterré el catalejo aquella noche. Fue más tarde, con la llegada del nuevo Visir y su hijo.

Había un gran revuelo a la mañana siguiente en el harén. Se contaba que desde Bagdad hasta Damasco no se encontraba un joven más bello que aquel. Sus ojos era dos lunas y tenía el talle esbelto y fuerte como una pantera.

El Visir y su hijo llegaron con el alba. Estuvieron reunidos largo rato con el Califa. Las esclavas que les servían café y dulces fueron las primeras en avisarnos de la elegancia del joven. Se movía y hablaba con tanta gracia como una fuente. Ello me dejó con el entendimiento oscurecido ¿Sería cierto todo lo que contaban de él? ¿Habría alguien que superara en elegancia al Califa Umar Al-Uman?

Por la tarde, las bailarinas fueron llamadas, y cuando regresaron al jardín no hicieron más que corroborar la belleza del hijo del Visir, lo cual aumentó mi pasión por el joven.

El Visir y su hijo marcharon a medianoche, pero sus visitas se hicieron cada vez más frecuentes. El Califa había ordenado al Visir que trajera siempre a su hijo con él.

Las esclavas les servían café y dulces, tocaban el laúd y bailaban; todo sucedía en el piso superior.

Montada en cólera, perdí el color que tanto gustaba a mi dueño y entonces el Califa dejó de reclamarme por las noches y ahora venía a buscar a la esclava negra.

—No debo acercarme al color de los muertos —me dijo.

—Señor, pronto me curaré y cobraré el color —supliqué en vano.

Entonces mi señor se volvió y miró a la negra:

—Belleza que acoge a la luna y confunde a los amantes —suspiró. Y con estas palabras, subieron los dos abrazados.

Con tantas horas de soledad, no hizo más que crecer el amor que sentía por el hijo del Visir y la locura me inducía a perseguir su rostro con el catalejo. Lo había desenterrado y esperaba, escondido entre mis ropajes, la ocasión que me brindara el tiempo para mirar por él al joven que me quitaba el sueño.

Un sábado que paseaba por el jardín, me quedé mirando el tronco del naranjo y vi cómo este crecía por encima de la tapia.

Esperé la noche y trepé, comprobando lo que había imaginado. Después, permanecí allí recostada en la última rama hasta el alba; y, cuando los vi aparecer aquella dichosa mañana, apunté el catalejo al turbante del joven y (¡ensalzado sea Dios!) me quedé muda.

Regresé durante cien noches y quedé muda cien veces (¡loado sea el Señor de los Mundos!). Y entonces, con ardides que sólo las mujeres conocen, pude verme a solas con el joven.

Llegó por fin la noche que me quitaba el sueño y mi amado trepó hasta mí y quiso deprenderme del velo para juntar su boca.

—Señora mía, cuánto te deseo.

—No, espera, amado mío —le dije—. No está bien quitarse el velo.

—Y, entonces, ¿cómo voy a besarte, amada mía?

—Espera un poco, señor mío, que algo he pensado.

Aparté el velo y lo coloqué de medio lado, tapando la sien y la oreja izquierda, y nos besamos y jugamos hasta el alba. Yo todo el tiempo con el velo cubriéndome la sien y el oído izquierdo.

Pero entonces ocurrió lo que me ha traído hasta este tribunal.

A la mañana siguiente, después de despedirme de mi señor, y distraída en el amor que me abrasaba, quedé con el velo de medio lado.

Al verme, presas de la envidia que mi graciosa compostura les había provocado, todas las esclavas y damas del jardín imitaron mi gesto, pues, una después de otra, afirmaba que así solo tenían buenos pensamientos.

«Yo odiaba a Fatim y ahora solo tengo buenos pensamientos y la quiero como a una hermana», exclamaba una esclava, «Yo he perdido los celos que sentía por ti», añadía otra.

Y así, una a una confesaba los malos pensamientos que habían tenido y que, conforme iban colocándose el velo de aquella manera, iban cambiándose por buenos.

Al anochecer, cuando el Califa mi señor vino a buscar a la esclava negra, encontró lo que he contado y así se formó un revuelo y mandaron apresarme.

Esta es mi historia, que me juzguen los oídos que me han escuchado

CURRICULUM