Jim Lorena

Jim Lorena
Catedrática
Discurso de ingreso en la Academia Estúpida de las Artes y las Letras.

Presentado por la aspirante a idiota Jim Lorena

Llego de un largo viaje, en el que, perdida en los meandros de la cotidianidad, dejé de holgazanear al sol. Pido disculpas por mi tardanza.

El mirlo me observa, aullidos de canes y crö crös de cotorras. Chismorreos incesantes acompañan mi desplazamiento, mientras las olas deferlan sobre las rocas, y su espuma acaricia la orilla de los corazones heridos. La vulgaridad se disipa ante el baile de los peces que nadan con la cabeza al aire, canturreando, orgullosos de mostrar su estrabismo. Comparto su felicidad crédula y estúpida ante la tremenda listura globalizada de nuestro planeta. Fuera de los cánones sociales, de apariencia convencional e inteligencia infinita, las manadas de acrílicos pacen relajadas, regalándose de las llanuras bohemias de la creación. No hay intersticios en sus miradas planas. Sus ojos se pierden en el vacío del vacío, del vacío del pensamiento. Vértigo de la profundidad que nos atrae hacia el vaivén de la nada. Mecerse en una nube, comer un rayo de luna, bañarse en una sonrisa.

No necesito hacer apología de la estupidez, me dejo llevar de manera natural hacia la estulticia primigenia. Desde la aurora de las expresiones, la diferencia, la rebeldía, transgreden el camino recto de la evolución. Cuevas, piedras, huesos, piel, madera, arcilla, metales…soportes de psicodramas a lo largo de la prehistoria. Después, los protopapeles, el pergamino y el papel nos proyectaron hacia la pantalla de luz. El itinerario ha sido divertido. Ahora somos bichitos hipnotizados que resbalan hacia el resplandor. La comodidad de la línea trazada, del recorrido recomendado, de los deseos impuestos para derivar en las corrientes propicias. Lo que era rompedor, constructivo, se ha reemplazado por el manual de la corte Democracia. El Rey Sol brilla desde su egocentrismo y sin remordimientos. Huele a vísceras sangrientas de pescado que alimentan a peces. ¿Jamón de bellota o de cebo? – Depende del momento. Un boquerón avanza raudo para llevarse un cacho de sus hermanos. Genocidio constante. ¿Estamos seguros de que una cristalización no es asesina? – Ah, la condition humaine! Como percebes afrontando temporales. Arrugas de roca, polvillo de mar y San Jorge, en su caballo, cabalgando sobre las aguas interestelares, persiguiendo la esperanza para aniquilarla. Un agujero negro, corriente espiral, sifónica y destructora que, en su lado opuesto, el desagüe, crea nuevos mundos. Un devorador que defeca universos, un Cronos fundador.

Las jábegas fenicias surcan las ondas saladas recordándonos el continuo. Repeticiones, arquetipos que danzan en una coreografía cada vez más cercana a la línea de horizonte. El precipicio se aproxima y la razón juega a la gallinita ciega. Cuantas aventuras maravillosas de descubrimiento, historias excitantes y realizadoras han quedado atrás, en el trayecto. Tierra es finita y lo vemos todo. No queda misterio, solo subsistir hasta nuestra marcha. Vivíamos en el paraíso, solo los insensatos deseamos restaurarlo, conservarlo y disfrutarlo. Los valores se han trocado en egoísmo y tiranía. Las vidas se convierten en jaulas, manipulación y embrutecimiento. Rasgar la bolsa de basura en la que el sistema nos introduce. Las dunas de nuestros estados de ánimo cambian con las tormentas de arena. Joyas con destellos azules deslumbran el confort, mientras los leprosos de la sociedad, siguen vistiendo telas de saco.

El olor a alga, al bajar la marea, hace del espigón una puerta de las estrellas. Otros mundos, mundos paralelos, hambre encarnizada o entintada de caligrafías. Los manuscritos están sobre la mesa, salados, dulces, amargos, suaves o texturizados. De la escucha a la lectura, la medicina escrita es un bálsamo que doblega el espacio. El gusano gigante excrementa sabiduría. La música plomiza acompaña al continuador de existencia naranja. Las banderas desfilan al son de la codicia. Armaduras brillantes y empoderadas gritan al unísono. Las mareas no escuchan a la humanidad.

Nuevas especies se bañan en los océanos, entre cefalópodos y plancton, los plásticos, de todos los colores y formas, se descomponen para insuflar una savia diferente a sus depredadores. Una maratón hacia la finitud de la subsistencia, inteligente o no. Las toxinas, fabricadas por el animal racional en su superioridad histórica, no desprecian a ninguna entidad viva.

Buscar la comprensión en una rata de malecón, marinera y libre. Entrar en la refrescante niebla para estimular el sosiego. No olvidar de respirar. Madre tierra, padre mar y dios sol ayudan a mitigar la soledad, en el epicentro de la multitud. Las amapolas se han marchitado. La planta que da huevos sigue perenne, crece con lentitud, pero siempre está. Los nidos se preparan entre plumas verdes, azules y pardas. Mucha agitación en el río seco. Árboles, carreteras y plazoletas no impiden el guirigay primaveral, el comienzo de las narraciones inciertas.

Desde el mirador empático del trance, el tercer ojo gravita. Lagos de oscuridad profunda nos señalan las lamaserías del espíritu. Los remeros cruzan montañas de nieve hacia Xanadú. Mis ojos bermellón y fucsia levitan en el atardecer, entre tanto, una mosca se lava las manos. El observador penetra en la esencia del objeto, Abstracción descompone la solidez en porciones de formas en suspensión. Pisadas descalzas marcan un sendero púrpura. Reguero de roturas. El hilo de Ariadna se desvía, se pierde y vuelve a su ser. El canto de la ballena es el mismo.

Cambiar de punto de vista para sorprender un desenlace especial. La geopoética de White como mapa de infinitos planos de realidad y ficción. Estamos hechos de universo, somos capaces de aportar un coro de cuerpos celestes únicos. Tenemos competencias para destruir y para crear sin desplazarnos. Somos hacedores de estrellas. Si nos dejásemos cautivar por nuestro desatino extremo, la evolución consideraría un salto mítico astral, hacia el infinito y más allá.

Tejer una red de espetos en el firmamento para huir de la insipidez. Capturar las fantasías del cenachero embriagado de quimeras. Los galimatías de las gaviotas acrecientan los fines de semana, el silencio de la calle les da protagonismo, recreo de aterrizajes y derrapes sobre el asfalto.

Como gravilla en el cemento, la mezcla de resignación y sumisión fortalece la impotencia. El vómito del rebelde agrieta la desdentada urbe. Remolinos acuosos salpican estímulos. Convivencias y voluntades de poder. La naturaleza nos enseña que, a veces, el equilibrio se rompe. ¿En qué lugar del océano se origina la ola que llega hasta mis pies? El mensaje en la botella se transformó en continente de despojos flotantes. La metamorfosis del romanticismo es una epopeya de basura. Mitos y leyendas del deshecho humano.

El alboroto duerme, se regocija el murciélago en su desasosiego. La consciencia nos indica la percepción que tenemos de nuestra existencia, extractos de energías orbitando. Ni en el centro, ni oteando perspectivas, solo micoplasmas perdidos en el todo mayúsculo. El viajero ejercita su fuerza penetrando en nuevas situaciones para conocer la libertad de movimiento, la lozanía de la experiencia. Del estrépito al maquis, sintiendo el cosmos cada vez más apartado, escrutando el destino. Las montañas azules esperan, en la tierra del tiempo del sueño. El faro de Beauduc queda en el recuerdo amarillo de Van Gogh. Envuelta en una nube de catarinas, la Camarga salvaje y limpia, respira la desnudez de su independencia.

Las alas crecieron y emprendieron el vuelo, desde el interior de la gruta, por la abertura africana, hacia el Atlántico. Hércules quedó atrás, en el laberinto de arena que desciende al húmedo reino de Hades. Los centauros libran batallas liderados por un hechicero vidente. Las flechas de los arcos son rayos de tormento. El refugio está bajo la nieve. Los conjuros nublan la mente, noticiarios repetitivos e incansables. La polvareda oscura se disipa ante el despertar. Dejarse llevar por la corriente magallánica hacia un amanecer desconocido. Perlas de energía sanadora florecen en las costas arcoíris, bajo las cálidas auroras boreales del exespacio.

Circunnavegando en el cubo carcelario de la pantera. Virus y bacterias al acecho, trincheras de asperezas menguan la reflexión. Círculos en el agua difuminan los montes acuáticos de la curiosidad. El temor es sublime. La intriga nos atrae por su posibilidad monstruosa y abisal. La admiramos desde la cómoda distancia de la representación.

Es necesario un acto de fe, para cruzar el puente inexistente, entre las escarpaduras heroicas del poeta. Animismo, brújula chamánica, unificadora de partículas autoconscientes, equilibrio expandido. Respetuoso pensamiento que convive con la naturaleza, preguntar al griot y seguir su estela. Suelo blanco de muerte y esperma que muda a rojo sangre y éste a negro sujeto. En su nacimiento, el individuo transita del interior al exterior, del blanco a través del rojo de transición del nacimiento, hasta el estado de persona. Cánticos chirrían al calor de la lumbre. La rama del árbol es bendecida antes de ser cortada, agradecimiento al hacedor de oxígeno. Relicario en el vientre del espejo, isla rodeada de clavos nkonde.

En un estado de flujo, en el que el sentido del tiempo se desvanece, el proceso del texto se ha desarrollado. Me despido con el eco del shamisen en mis oídos, a modo de sumi-e eléctrico. Agradezco vuestra paciencia, y espero no hayan faltado de aire, en la lectura de las frases interminables.

Con los impulsos creativos en aumento,

alegremente

Jim Lorena

Málaga: 13 de mayo de 2023

CURRICULUM

Jim Lorena nace buey de oro, se forma como artista, en los zocos especiados y cafés con olor a azahar, frente al cruce del Atlántico con el Mediterráneo. Allí domina el arte de la observación y de la adaptación, inmersa en la multiculturalidad del norte de África. Impregnada de luz y color, se une a la universidad Becqueriana. El cambio de ciudad y de costumbres le abre nuevos horizontes, comprendiendo el desfase temporal entre culturas. Tras su paso por el romanticismo moderno de los jardines del Carmen de la Fundación Rodríguez Acosta, abandona la Alambra por las calles de Montmartre, no sin antes encontrar su manera particular de expresión. Pasa algunos años en talleres de la Bastilla hasta afincarse en la calle Des Montibœufs, al lado de la plaza Edith Piaf. Continua su devenir como pintora escenógrafa de cine, entregada a la representación de apariencias reales para la ficción, lo que la hace viajar por toda la geografía, empapándose de paisajes matéricos y sonoros, de personajes variopintos presentes y ausentes. Las arenas de Arles, el resplandor de Burdeos, los canales de Annecy, el enorme puente de la isla de Ré… De vuelta a la capital logra entrar en St. Charles, institución creada por filósofos de mayo del 68, amantes de las artes y de todas sus necedades. Nunca la vida fue más excitante que en aquel lugar de diversión cognitiva. Trece o catorce años después, por razones involuntarias, dejó la torre Eiffel por la Giralda. Años de doctorado y trabajos varios, arduos, apasionantes a la vez que frustrantes, la han conducido a surcar el curso del rio hasta el mar, de nuevo. Ahora instalada en la ciudad de los museos, sobrevive a los prejuicios medioambientales, conservando su voluntad creativa y su libertad de pensamiento.

LA INUTILIDAD Y LA SANDEZ COMO IMPULSORAS DE LA CREATIVIDAD

LA INUTILIDAD Y LA SANDEZ COMO IMPULSORAS DE LA CREATIVIDAD
Manel Costa

Dos billones (con b) de dólares, al año, gastan los países —llamémosles— desarrollados en armamento. Haciendo un esfuerzo utópico, ¿podríamos pensar, por un momento, en si esa cantidad se invirtiera, cada año, en el bienestar de la humanidad (investigación, sanidad, educación, cultura, solidaridad…), cómo de distinta sería nuestra sociedad?

Entiendo que no es un párrafo adecuado para empezar a hablar de arte y estulticia, pero no crean… La memoria histórica que tenemos —milenio arriba milenio abajo— es de hace unos 5.000 años. Durante todo ese tiempo las sociedades —todas— se han gestionado, con pequeñas diferencias, por lo que entendemos por cordura y sensatez. Bueno, pues el resultado es el que es, y no hay otro. Una sociedad en quiebra moral y ética irreversible. Por tanto, mi propuesta es que sean sus contrarios, es decir, la inutilidad y la estulticia, las que nos guien en todos los ámbitos de la vida. Y a mi entender, la parte esencial para comenzar a construir una buena vida, es el arte y la cultura.

Allan Kaprov, creador o inventor del happening y las instalaciones, allá por los años 50 del pasado siglo, decía que el no-arte es aquello que aún no ha sido aceptado como arte pero ha captado la atención de un artista con tal posibilidad en mente. Para mí, este comienzo me es totalmente válido para elucubrar sobre aquello que todavía no sé de qué va a tratar, ni cómo voy a expresarlo.

Cuando leí, por primera vez, una traducción al castellano del “Elogio a la locura” de Erasmo, algo no me cuadraba, había alguna cosa que, desde el principio, me resultaba desconectada de mi predisposición conceptual a leer ese tratado. El encaje entre el contenido y la locura no acababan de ajustarse con la precisión que yo esperaba. Pasado un tiempo, leí que, en realidad, el título original era Stultitiae Laus, es decir, “Elogio de la estupidez o la estulticia”. Este descubrimiento —cuya interpretación puede ser errónea, sin embargo para mí me viene como anillo a Saturno—, fue una puerta abierta al entendimiento de la configuración de esta sociedad humana en la que vivimos. Ahora sí comprendía muchas cosas que, ¡oh sorpresa!, conformaban las estructuras sociales y civiles de esa humanidad que me resultaba indigna e incomprensible, sobre todo inexplicable.

La estupidez suelen situarla en oposición a la sagacidad, a la inteligencia, a la perspicacia. Escribía Kierkegaard, precisamente, que ante la indefinición de la memez, la falta de concreción en su descripción, se suele definir en términos de aquello a lo que se opone, o a lo que se piensa que se contrapone, no a lo que es en sí misma.

En 1866, el filósofo Johann Erdmann definió la forma nuclear de la estupidez: «La estupidez se refiere a la estrechez de miras. De ahí la palabra mentecato, «privado de mente». Estúpido es el que sólo tiene en cuenta un punto de vista: el suyo. Cuanto más se multipliquen los puntos de vista, menor será la estupidez y mayor la inteligencia».

Esto ya lo dijeron los pensadores griegos. La palabra idiota, según parece, define a la persona que no se ocupaba de los asuntos públicos, sino sólo de sus intereses privados. Es decir, lo que actualmente se conoce como egoísta, usurero, capitalista y depredador social. ¿Le estamos dando un significado totalmente opuesto, en la actualidad, a este adjetivo? Bueno, en realidad, a lo largo de la historia el concepto de idiotez ha ido cambiando según lo interpretaban, por un lado los talentos y por otro el vulgo; los memos y los locos estaban en el mismo cesto. Lo cual no deja de ser una bicoca, ya que de esa manera, la Academia Estúpida de las Artes y las Letras se acogerá a la interpretación que más le acomode en cada momento.

Este concepto, por tanto —y porque así nos interesa—, muestra y recalca que estamos rodeados de estúpidos. Nuestra sociedad es un claro ejemplo de que la idiotez está instalada en sus mismas raíces. En consecuencia, si, como componentes de esta tribu imbécil, somos unos idiotas más, seámoslo con fundamento. Ejerzamos como memos con inteligencia (esto puede parecer una contradicción, pero ya que somos idiotas actuemos como tales, es decir, contradictorios e indispuestos mentalmente), con cultura, puliendo la sandez hasta que se ofrezca como lo que es: una de las pocas maravillas de esta vida.

Contaba James Joyce que a su hija, que sufría de síndromes psicóticos, le gustaba escribir, pero su escritura era bastante incomprensible, similar a la que él mismo utilizó en Finnegans Wake. Preocupado la llevó a que la atendiera el doctor Carl Gustav Jung, a Suiza, donde vivía el afamado psiquiatra. Joyce le enseñó los escritos de su hija, y le dijo que escribía igual que él, pero él se sentía y lo sentían cuerdo, no así, entendía, (a) su querida hija. Jung le contestó: «donde usted nada, ella se ahoga». Este análisis tan maravilloso nos da pie para que los académicos/as, de ésta tan fascinante entidad, nos afanemos en aprender a «nadar» en la memez, con el fin de aprovechar todas las substancias prodigiosas que alberga. No queremos «ahogarnos», sino «nadar» y hacerlo contracorriente, cuanto más a contracorriente lo hagamos, mejor serán nuestras producciones artísticas.

Entiendo que el artista debe serlo las 24 h. del día. No acepto un artista por unas horas al día y menos a la semana. Y esto no quiere decir que haya que estar «produciendo» ininterrumpidamente. Mi concepto de artista es un ser que no vive en un espacio ni en un tiempo concreto. Sus gestos artísticos no tienen límites, ni reglas, y eso es así porque su capacidad de abstracción y de succión de lo que le rodea no tiene límites, ni tamiz o filtro. Absorber lo que la generalidad desecha, es lo más sugestivo y provechoso para realizar un arte honesto e incomerciable. La inutilidad que se le concede a la imbecilidad es la constante que puede (y debe) sostener la labor artística de un creador.

Por otra parte, también distinguiría, obviamente, el artista que consigue que la inutilidad de su obra sea manifiesta, a pesar de que su objetivo sea todo lo contrario, y aquel que busca, pacientemente, la falta de utilidad normativa de forma consciente.

Quizás, hablar de la estupidez intentando comprenderla y explicarla, sea un intento de posicionarse fuera de ella. Y probablemente sea así; es decir, el memo que intenta desmarcarse del grupo marginal de idiotas, señalando y estigmatizando a ese colectivo y manifestando, abiertamente, que él no pertenece a tan subestimada comunidad, en realidad, a mi entender, forma parte de la «sensatez» que ha llevado a la humanidad a la cima de su destrucción.

Los que nos reconocemos imbéciles conscientes, por tanto cultos e ilustrados, podemos caer en la pedantería, en tanto en cuanto calificamos a los idiotas ignorantes, sin pretenderlo, de personajillos que todavía no han entendido que este mundo que hemos construido es una verdadera calamidad, y que esta situación no nos ha venido del cielo o del azar incontrolable, esta realidad que disfrutamos, en la que descansamos nuestras vidas, es una responsabilidad totalmente nuestra. No deberíamos, por tanto, actuar como ellos. Como decía no sé quién: «déjalos, que no saben lo se hacen», o algo así.

Es evidente que el paradigma del «cubo blanco» o peana, que nos recuerda  Daniel Gasol en su magnífico libro Art (in)útil, ya se ha conseguido superar, en parte; naturalmente las instituciones culturales que dominan y dirigen el arte, habían logrado, a través de esos artefactos (peanas o marcos, ediciones y partituras) indicarnos qué es arte y qué no lo es. Es cierto que esos soportes han cambiado por otros más sofisticados, más invasivos y, sobre todo, virtuales. Sin embargo, en mi opinión, se está cambiando (con gran astucia) la herramienta pero no quien la utiliza. Todo sigue en manos de la utilidad sensata, interesada y codiciosa que, desde tiempos inmemoriales, ha gestionado el mundo del arte.

Pensemos, pues, qué podemos hacer para escapar de esta red «juiciosa».

Para terminar, les dejo unos cuantos aforismos de artistas y poetas que, en mi opinión, debemos, al menos, atender.

  • Abraham Flexner: La utilidad del conocimiento inútil.
  • Ovidio: Cuando has meditado a fondo lo que puedes hacer, verás que nada hay más útil que ese arte que no tiene ninguna utilidad.
  • Leonora Carrington: Una vez un perro le ladró a una máscara que hice, ha sido el comentario más honorable que he recibido
  • Giacomo Leopardi: Fundar un periódico que hace gala de ser inútil…, es lo más útil que he hecho en mi vida.
  • Elsa von Freytag-Loringhoven (Baronesa Dada): Todo artista está loco con respecto a la vida ordinaria
  • Théophile Gautier: Todo lo que es útil es feo; por ejemplo: las letrinas. O es bello o es útil, pero las dos cosas a la vez no las conozco.
  • Baudelaire: Ser un hombre útil me ha parecido siempre una cosa muy repulsiva.
  • Heidegger: Lo más útil es lo inútil. Lo útil es entendido como aquello que puede ser aplicado de manera práctica e inmediata a objetivos técnicos.
  • Ovidio: De esta manera, yo guardo con firmeza mi afán por lo inútil.
  • Ionesco: Si no se comprende la utilidad de lo inútil y la inutilidad de lo útil, no se puede comprender el arte.

Manel Costa

Rector de la Academia Estúpida de las Artes y las Letras

PRIMEROS PASOS DADA EN PARÍS

PRIMEROS PASOS DADA EN PARÍS
Manuel Puertas

Una vez alumbrado Dada en el Cabaret Voltaire, tras escasos seis meses, la lactancia y crecimiento (su actividad) se traslada a otras salas de Zúrich. Los años suizos coinciden con la progresiva expansión internacional de Dada hacia Alemania : Berlin (Huelsenbeck), Colonia (Baargeld), Hannover (Kurt Schwitters) – que dará para estudio aparte- y  hasta Nueva York (Duchamp, Stieglitz), y llega el momento de su arribada a la capital del arte y la cultura de la época. Pero no iba a ser improvisado, Tzara con sus dotes de gran propagandista se había dedicado a crear un previo interés, a preparar el terreno para el acontecimiento, antes de depositar las semillas. Su obra Veinticinco poemas, que ya había enviado con anterioridad,  era deglutida con ansiedad por Breton. Aragon, Soupault, los tres mosqueteros de “Littérature”, y sus amigos y había creado la admiración y el “suspense” necesarios. También contribuyeron unos pequeños pasquines, denominados papillons (mariposas), hoy serían pegatinas, y que Éluard se encargó de hacer revolotear por los urinarios, bares y bulevares parisinos. “Dada à Paris” es el título que Michel Sanouillet dio a su esencial obra, extensa y magnífica investigación de los hechos ocurridos en la capital francesa durante los años Dada y los inicios del surrealismo gemelo.

“L’esprit nouveau” lanzado por Apollinaire impregnaba el aire parisiense, las actividades del Cabaret Voltaire y las publicaciones de la revista Dada y los Manifiestos  habían producido un efecto estruendoso. Picabia, que iba a ser el eslabón aglutinador entre el grupo de Littérature, Marcel Duchamp y Tristan Tzara, ya se había instalado en la capital francesa, y en su casa estuvieron alojados en diferente época Duchamp y Tzara. Janco, unos meses antes había sembrado la leyenda de que Tristan era un ser poco recomendable … alcanzada la paz tras la guerra mundial, y creada la expectación suficiente, todo confluía para la llegada a la estación del Norte de Tristan Tzara, que tiene lugar el día 17 de enero de 1920 (los felices 20) y, a pesar de haberse avisado, por despiste o malentendido, nadie aparece a recibirle por lo que, cargado con su equipaje, se presenta en el domicilio de Picabia en la calle Émile Auger donde, la compañera de Francesc, Germaine Eveling le recibe e inmediatamente manda recado a Breton y a sus amigos que raudos aparecen. Escribe Soupault años más tarde “París era para él (Tzara) la ciudad de los ecos. Bastaba con alzar un poco la voz en este gran laberinto, para que se nos escuchara por todas partes. Y Tristan Tzara tenía una voz estruendosa, de trueno divino”. Sin embargo la primera impresión del aspecto físico de Tzara les deja algo desconcertados, Germaine lo retrató con estas exactas palabras : “Era pequeño de estatura, vestía de blanco y negro como los grabados de su amigo Janco, hablando un francés deficiente, levemente arqueado, balanceando unos brazos cortos en cuyos extremos colgaban dos manos regordetas. Su piel era cérea, su mirada miope parecía buscar tras el monóculo un punto fijo donde agarrarse. Mesándose continuamente con un gesto involuntario un mechón de su cabello negro que caía sobre su frente”. El salón rococó de los Picabia sería el primer cuartel general de los dadaistas en París y durante las reuniones en él celebradas se gestaron los actos iniciáticos que revolucionaron los conceptos artísticos para los tiempos venideros, y que serán la base primigenia del Surrealismo.

Existían algunas revistas más, Sic, Nord-Sud, entre otras, ya eran conocidas las obras de Cocteau, Satie, Valery, etc., y después del armisticio iba en auge el impulso y la actividad de nuevas librerías, editoriales, salas de teatro, galerías de arte y por supuesto de numerosos cafés que serían lugar de reunión de los miembros de ambos movimientos. Francesc Picabia, desde su revista 391 había arremetido contra el Salón de Otoño, ya solo faltaba el detonante para que estallara el reguero de pólvora previamente esparcido.

Para la presentación pública de Tzara, el grupo de Littérature cambió el café Certa, centro de sus reuniones habituales, y alquiló una salita del Palais des Fêtes en la calle S. Martin el día 23 de Enero de 1920, seis días después de su llegada. Controlando la entrada René Hilsum, librero y posterior editor de Au Sans Pareil, daba paso a curiosos accidentales, intelectuales notorios y, por supuesto, numerosos periodistas dispuestos a interrumpir con el tema del día, la devaluación del franco, uno de ellos incluso sufrió una crisis cardíaca esperando en la puerta. El contenido de la matinal había sido discutido el día anterior en el domicilio de los Picabia donde Tzara mostró su larga experiencia y dotes para la preparación de este tipo de espectáculos, el programa, arquetipo de las posteriores actividades dada, estaba dividido en dos partes separadas por un intermedio musical e incluía una exposición de pinturas y obras plásticas. Sería la primera y única matinal del grupo de Littérature.

El primer “acto” comenzó por el texto Crise du change redactado y leído por André Salmon, que planteaba la superación del Simbolismo, seguido de poemas de Max Jacob, Pierre Reverdy, Blaise Cendras, Maurice Raynal y del propio Salmon. En el intermedio la música de algunos de Les Six y de otros compositores, intentó suavizar el crispado ambiente.

La presentación de las obras y cuadros expuestos – Gris, Chirico, Ribemont-Dessaignes, Picabia, Léger, y una escultura de Lipschitz fue acompañada de un bostezo general y un gélido silencio. El cubismo todavía no era comprendido. La obra más polémica fue Le Double monde en la que Picabia incluía el famoso acróstico, atribuido a Duchamp o perteneciente al acervo popular, LHOOQ que al pronunciarlo deletreando en francés se traduciría por “ella tiene el culo caliente”.

La reanudación estuvo dedicada a la lectura de textos de la nueva camada de poetas : Radiguet, Breton, Soupault, Aragon, mientras aumentaba el enfado de los asistentes, Tzara comenzó a leer el último discurso de Léon Daudet en la Cámara de Diputados y en los pasillos Aragon y Breton tocaban una campanillas, estalló la bronca, la sala empezó a quedarse vacía, el escándalo pretendido por la provocación de los dadaistas había surgido efecto, el grupo se había fácil y rápidamente compactado : se abría la veda.

Tzara asume las riendas de las sucesivas programaciones, siguiendo su experiencia de Zúrich, y edita el sexto número de la revista Dada retitulada como Boletin Dada, internacionalizado, que recoge textos de autores de diferentes países, el incendio se estaba propagando a una velocidad inusitada, con la inteligente labor de acelerante de Tzara.

El domingo 15 de Febrero Breton en misiva a Frances Picabia, siempre Picabia, anuncia un número especial dedicado a Dada en Littérature que en adelante, y poco a poco, dará un giro a esta publicación, hasta entonces de carácter más tradicional y nacionalista, para convertirse en órgano del nuevo movimiento. Mientras Littérature es una revista literaria al uso, de contenidos eruditos, artículos serios y poesía “clásica”, el Boletin Dada, amparado en el azar más absoluto, revoluciona la tipografía, aparece el famoso dedo indicador, es una publicación experimental, lúdica, original y basada en nuevas técnicas creativas, pudiera decirse hoy, a toro pasado, que es uno de los hitos entre las publicaciones del joven movimiento.

En esta mítica publicación aparece ya el boceto del programa de la siguiente sesión dada, preparada con más antelación que la primera. Erigido ya Tzara como director de orquesta y con sus portentosas dotes provocadores y propagandísticas idea la “boutade” de la participación de Charles Chaplin e inventa también la adhesión al movimiento dada de personajes como D’Annunzio, Henry Bergson y el Príncipe de Mónaco. El evento se organizó el día 5 de Febrero y una segunda exhibición dada se celebra en la sala del  Grand Palais que era la sede tradicional de los salones de otoño, el escándalo producido fue descomunal. Al final tardío del acto se ofrecía a los asistentes la posibilidad de que les leyera la mano el Sr. Buison, rey de los charlatanes. Los ecos tuvieron tal repercusión que unos días después algunos de los participantes, fueron invitados por el político Léo Poldés a repetir la representación en su sede, la capilla desacralizada de S. Antonio Abad sita en el número 6 de la Rue Puteaux, Breton leyó el devastador Manifiesto dada 1918 de Tzara y entre el público mayoritariamente obrero un grupo libertario comenzó un infernal debate que llegó a las manos e hizo a Aragon tomar las riendas. Del ambiente trabajador se pasó al ámbito universitario y unos días después el 19 de Febrero en la Universidad popular del barrio de San Antonio, el programa de la sesión calcado de los anteriores, el único efecto suscitado entre un público desinteresado fue una leve extrañeza.

En la Maison de l’Oeuvre, también conocida como Salle Berliotz, ubicada en el numero 55 de la rue Clichy el mismo lugar donde el 10 de diciembre de 1896 se había producido el monumental escándalo del estreno de Ubu roi de Jarry, se iba a celebrar otra aparición pública de dada, ésta con un contenido sensacional, preparado a conciencia por Tzara. Con una música totalmente inaudita de Varese, Schönberg, Satie, y una docena de actores aficionados, excepto la famosa Musidora, el sábado día  27 de Marzo, a las 8 y cuarto comienza un excepcional programa, entre otras actuaciones destacamos : Le pas de la chicorée frisé, fragmentos al azar para piano de Ribemont-Dessaignes, el Manifiesto caníbal de Picabia que leyó el propio Breton, y de las actuaciones teatrales sobresale el estreno de La primera aventura divina del Sr. Antipirina obra de Tzara que había sido publicada en Zúrich por el Cabaret Voltaire que bien pudiera considerarse como precursora del teatro del absurdo del también rumano Ionesco, de Adamov y  de Beckett, en el decorado una rueda de bicicleta, homenaje a Duchamp que anticipa también el concepto de objeto-actor, ya hacia el final del evento se presentaba la última provocación de Picabia : un marco con un mono de peluche y debajo el título “Retrato de Cézanne-Retrato de Rembrandt- Retrato de Renoir- Naturalezas muertas”. Pocas veces el escándalo ha alcanzado mayor paroxismo, en la sala y al día siguiente en toda la prensa nadie ahorró insultos e improperios ante tal provocación “estos monstruos se creen capaces de todo”, obviamente Dada estaba logrando su objetivo, soliviantar a las “buenas gentes”.  El programa de esta manifestación dada fue parcialmente recogido en la siguiente de la Salle Gaveau en el número 45 de la Rue La Boétie, en Mayo, donde como anunciaban los hombres anuncio a los dadaistas se cortarían el pelo ante público y como era de esperar volvieron a sucederse las ofensas e injurias .

Por no hacer más extenso este artículo, pero para no dejar nada importante, destacar el domicilio de Germaine Everling y Francesc Picabia en la calle Émile Auger    como lugar de encuentro y hervidero de ideas  durante estos primeros pasos dada en París, centro de reunión que luego se trasladará al café Certa y también reseñar la importancia de la apertura de la librería, editorial y sala de exposiciones Au sans pareil dirigida por René Hilsum y  donde se editarían las primeras publicaciones dada en París, que serán objeto de otra investigación.

Juanje Sanz Morera

Juanje Sanz Morera
Catedrático
Discurso de ingreso en la Academia Estúpida de las Artes y las Letras.

Presentado por el aspirante a idiota Juanje Sanz Morera

Estimados toes, Alagando la idea es fácil contradecirme, aún así halagalo me ignoto, me caigo de culo y felicidad al contradecir las letras y la impresionante plástica del vellocino.

Sabemos muy bien hacer catedra, el arte de la catedral de libre procedencia, es un puesto vitalicio hasta la muerte de Jung, gracias muchas gracias por no esperar a mi muerte, siendo esta misma la causa de mi catedra, el estar vivo.

No más que Sólo, y siendo múltiple de tres, me declaro triunvirato de la letra X, a ser posible, sin menospreciar a las demás, ilustres y grandiosas diosas de la palabra. ¡¡¡Ni más ni menos que listúpido!!! este palabrote me sonroja la oreja al escuchar lindeces de cuna, donde los duendes andan surcando el mar de neopreno.

Por todo esto, un decir más, la coyuntura no es óbice, bajar por el abismo es una locura que la poesía necesita.

Sin más, no tocar mi X salvo y sólo para incluirle una tilde, eso siempre al gusto del consumidor.

CURRÍCULUM

Juanje Sanz Morera

(Barakaldo, España, 1967) Fotógrafo, editor y agente cultural.

Ha realizado trabajos gráficos para diversos medios de prensa como free lance: Comunidad Escolar, Sol, El Mundo, Deia, El País. A partir del 1990 colabora como free lance para la agencia fotográfica Reuters. En 1998 abandona la vida de corresponsal, dedicándose a la fotografía publicitaria. Ha realizado trabajos para sellos musicales y agencias de publicidad. En estos momentos trabaja para varias agencias gráficas. Ha realizado varias exposiciones fotográficas y diversas colectivas. Ha coordinado diferentes muestras de poesía experimental, como la Bienal de Poesía Experimental de Euskadi “ex!poesía” y ha participado en varias colecciones y antologías de fotografía y poesía visual.Coordina “La única puerta a la izquierda “L.U.P.I.” creada para experimentar y difundir una parte del arte actual, La Única Puerta a la Izquierda, alcanza a un grupo de creadores que han elaborado un órgano de difusión donde se reúnen tendencias y opiniones actuales. Organizamos en Bilbao el festival de poesía experimental “ex!poesíaEuskadi”

Ana Higueras

Ana Higueras
Catedrática
Discurso de ingreso en la Academia Estúpida de las Artes y las Letras.

Presentado por la aspirante a idiota Ana Higueras

El 21 de septiembre de 1981 no me dio tiempo a nacer en un coche y lo hice en el hospital de Úbeda. Me pasearon de planta en planta para mostrar mi belleza neonata y al parecer aquel acto exhibicionista, del que no me acuerdo, fue mi primer debut.

 Con un poco de uso de razón odiaba que mi madre me hiciera coletas, no obstante sentía la atracción de  exponerme al público y la que me llevó en su vientre me acompañó en el proceso. Si había una procesión el domingo de ramos, yo tenía que estar ahí vestida de lo que fuera, de virgen, de esperanza de nazarena o penitente. Si llegaba la feria, yo tenía que ponerme un vestido de gitana (me estuviera grande o pequeño) para lucirlo montada en los cacharritos o en el autobús. Si había una cabalgata yo tenía que estar montada vestida de pastira, pastora o de yo misma, el caso era participar y estar rodeada de confeti, caramelos y vítores, de lo contrario la pataleta era infernal.  También me encantaba que mi abuelo me mandara a pedir la cuenta a los camareros, además de solicitar autógrafos a personajes famosos, aunque no los conociera. Y por supuesto si encontraba  un escenario vacío tardaba poco en subir para ver qué se podía hacer allí.

Después con la adolescencia vino el teatro de sala, de calle, happenings y pasacalles, expresión corporal, danza y arte plástico. El deseo exhibicionista estaba, pero algo oculto en personajes y otras florituras.

Cierta noche entré en una tetería de un pueblo costero, donde el camarero se negó a servirme la consumición que le solicité y a grito pelado decía: ¡Coño, que ya no pongo más copas que yo nací para ser performer! Y ahí fue la primera vez que escuché el término. Al mismo tiempo, en el centro del local, ante un atril vacío había un hombre de pie que no cesaba de hablar, decía cosas inconcluyentes, los comensales desde sus banquetas, de vez en cuando intervenían brindaban, reían, callaban, escuchaban y desescuchaban. Yo,  no sabía de qué se trataba pero aquello me gustaba y me quedé. Para mí fue el inicio de muchas veladas dadá.

En una clase de la facultad, un profesor me preguntó públicamente porqué mi cuerpo solía estar presente en mis piezas artísticas y yo le contesté: Porque soy exhibicionista. Por aquel entonces lo tenía claro pero hoy entiendo que no era eso,  lo que verdaderamente estaba trabajando, era la presencia.

A lo largo de mi tiempo he ido haciendo conmigo misma, me he acompañado en un proceso en el cual a veces me he cagado encima y otras no. En definitiva, me lo he pasado bien y como esto aún no ha terminado, todo lo que he escrito puede que dentro de un tiempo lo vea desde otra perspectiva y me plantee una biografía diferente. He encontrado un hueco en mi ajetreada vida para hacer estas declaraciones, y quizás haya idealizado un pasado que no sea cierto y que por supuesto ya no existe, o no.

CURRÍCULUM

Ana Higueras. Nieta, sobrina, hija, madre y amiga.

ETAPAS

Etapa neonata: Comer dormir y cagar

Etapa infantil: Manipulación mediante el llanto, dolores de barriga falsos y abrazos. Especialidad en hacer píldoras y meterse en la nariz pelusillas de la manta antes de dormir.

Etapa adolescente: Experimentación con drogas varias. Asexualidad  relativa y obsesión por el arte plástico y escénico. Especial interés de largarse de la ciudad donde vivía. Buscavidas.

Etapa adulta: Viajes y asentamientos por el continente  Europeo. Sentir libertad sin tener el carnet de conducir. Sentir miedo por la calle al volver a casa de noche. Superación de la nueva identidad al ser madre.  Apendicitis, ansiedad, resfriados, Covid, dolores de espalda y abstemia alcohólica. Participación en eventos artísticos sin remuneración.

Etapa tercera edad: Está por ver.

IDIOMAS: Manejo del Castellano, inglés, francés, italiano y valenciano, pero los mezcla entre sí.

INTERESES: Performance Art. Escultura y artesanía en vidrio fundido. Docencia artística. Pasear sin rumbo en búsqueda de inspiración. Poner títulos largos a las piezas de arte.