Presentado por el aspirante a idiota Juan Fran Núñez Parreño
Estimados, desestimados y timados, ilustres e ilusos, miembros y miembras de esta Academia Estúpida tupida de Artes y Letras:
Nunca me vi en un aprieto como este de escribir un discurso sin cursivas ni negritas para un organismo orgásmico como es este, así que apretaré los dientes y las filas, le echaré toda la estupidez que pueda y veré lo que me sale, porque no soy yo un tipo de decir muchas palabras, más bien soy de decir muy pocas ya que lo que sí digo son muchos silencios mientras dejo que mis pensamientos y sentimientos salgan de mi estúpida cabeza y se plasmen ellos mismos en imágenes estúpidas o en breves textos con esa misma característica.
Nací el primer día del octavo mes del año bisiesto de las olimpiadas de Múnich en un lugar de La Manchuela albaceteña de cuyo nombre quiero acordarme que es Villamalea, un pueblo agrícola y emigrante. Para situar mi pueblo con más precisión geográfica diré que está al lado de otro pueblo en el que nació alguien que una noche metió un balón dentro de tres palos, allá en Sudáfrica, y millones de estúpidos salieron a las calles a festejar haber ganado ellos también un trofeo mundial a la estupidez.
Me crié entre las calles y las eras de mi pueblo, y sus viñedos, olivos, almendros, ciruelos, sembrados y azafranares, trabajando en esos campos como un tonto (estúpido) desde niño. Iba a la escuela y al salir jugaba y hacía las estupideces normales de esa edad. En más de una ocasión, cuando venía del campo de coger la rosa del azafrán, o almendros, o aceituna, o de vendimiar, entre otras tareas agrícolas, otros niños y niñas y niñes, que por la alta clase social de su familia y su boyante cuenta bancaria no se rebajaban a semejantes humillaciones, se reían de mí y me señalaban diciéndome que era un pobre gilipollas, o lo que es lo mismo, un gilipollas pobre, o lo que es lo mismo, un pobre estúpido pobre. Ahí empecé a entender que la estupidez es algo gratis, y como tal, la gente coge toda la que quiere, y todos esos rebosaban por todos lados de esta característica exclusiva de la humanidad inhumana.
La primera gran lección estúpida de mi vida, que me sirvió para los duros años futuros, la aprendí en el instituto el primer día en el primer curso de BUP. El que iba a ser el profesor de música y dibujo nos dijo a todos los inocentes allí presentes:
–Os voy a hacer una sencilla pregunta, y todo el que la responda correctamente tendrá aprobadas las asignaturas de música y plástica desde hoy para todo el curso con un diez, y no tendrá que asistir a estas clases ni hacer nada más en estas materias.
Todos nos quedamos sorprendidos ante semejante propuesta: librarnos de dos asignaturas todo un año solo con responder una sencilla pregunta, así que pusimos toda nuestra atención dispuestos a usar todo nuestro intelecto y/o estupidez en esta tarea. El profesor hizo la pregunta:
–¿Qué es el arte?
Toda la clase escuchó esas palabras de boca del experto espectro, y tras un breve silencio en el que todas nuestras neuronas y hormonas se unieron para hacer un esfuerzo en común y lograr superar esta prueba, poco a poco fuimos levantando el brazo y respondiendo con toda nuestra sabiduría acumulada los años anteriores en la EGB. Uno dijo que el arte son todas las cosas bonicas que hace el hombre y que sirven para adornar en las paredes de las casas o en otros lugares. Otro dijo que el arte eran los cuadros que hay en los museos como el museo del Prado. Una chica dijo que el arte eran las estatuas que hicieron los griegos o los romanos, los cuadros de pintores como Goya o Velázquez, y cosas así. Otra respuesta fue que el arte es todo lo que gusta mirarlo y admirarlo pero no se puede tocar. Y así, una tras otra fueron sucediéndose las repuestas del alumnado en aquella aula. Al terminar, el profesor chiflado, que fue ese el mote que le pusimos a partir de aquel día, nos dijo que nadie había respondido correctamente, fue a la pizarra, cogió la tiza y escribió en ella su famosa pregunta mientras nos daba la respuesta, esa que nos habría librado de la codena de dos asignaturas un año entero:
–Mirad, yo os he preguntado ¿qué es helarte?, y la respuesta correcta es que helarte es morirte de frío.
Y así nos quedamos todos, helados, estupefactos y con caras de gilipollas, aunque no es lo mismo quedarse con cara de gilipollas que ser un gilipollas, y encima yo que soy agostizo y muy friolero, pues me quedé aún más helado, más estupefacto y con más cara de gilipollas que los demás. A partir de ahí entendí que un estúpido es el que dice o pregunta estupideces aunque sea todo un profesor, y con el tiempo me di cuenta que cualquier estúpido como ese, o sea, cualquier gilipollas, y aquí da igual la cara que ponga, puede ser profesor, jefe, alcalde, ministro, presidente, futbolista, rey o papa.
Los años estúpidos fueron pasando llenos de estupideces. Estudié Relaciones Laborales en la Universidad de Castilla – La Mancha en Albacete, y al acabar no tuve relaciones laborales, relaciones de otro tipo sí que tuve, pero me reservo hablar de esas historias porque la mayoría fueron estúpidas, y me arrepiento de no haber tenido más relaciones y más estúpidas.
Me declaré objetor de conciencia totalmente consciente, omnipresente y convencido de la estupidez del mundo militar y de las guerras, que es diferente a esos otros que se hacían objetores de conveniencia, y al parecer el mayor estúpido y cobarde era yo a ojos de los patriotas de bandera y de bocaza. Pues yo me quedo con mi estupidez y ellos que se vayan con la suya y se la metan por el bujero por donde entran los supositorios que son como balas pero sin pólvora, y así todos tan felices y estúpidos. Hice mi prestación social sustitutoria en la cruz roja llevando una ambulancia, porque puestos a llevar una cruz preferí llevar esa que es roja, como yo, y ayuda a los necesitados, y no lo otra que crucifica a la gente con sus estupideces.
Un día me di cuenta que mucha gente hace las cosas o toma sus decisiones estúpidas porque le da su real gana, pero yo, en mi innata estupidez decidí hacer las cosas y tomar mis decisiones estúpidas por mi republicana gana, para estúpido yo, y además tricolor y rojo.
Siguieron pasando los años y en un momento de mi vida sentí tenía un vacío tan grande dentro de mi mente y de mi corazón que ni mi estupidez, que es inmensa, podía llenarlo, así que empecé echar a ese gran hueco estupideces como poemas, cuentos, poesía visual y estupideces similares, y descubrí que fui mucho más feliz, y quizá también más estúpido, y que encontré un sentido a mi vida estúpida. Descubrí, a mi manera, la respuesta a lo que es el arte, mi arte, y es hacer lo que me hace feliz, lo que me da calor intelectual y no me deja helado como aquel “helarte” del profesor chiflado, aunque parezca estúpido yo y lo que hago, a los ojos de esos que según ellos no son estúpidos pero que para mí son seres estopédos que se mueven según sople el aire porque flotan llevados por las corrientes estúpidas al estar completamente llenos de gas meón y miel-dá (que no es miel regalá).
Y así llevo más de tres décadas, haciendo un sinnúmero de estupideces en el arte, o así lo ven esos analfabetos que se ríen y/o se asustan de lo que no entienden, y analfabeto no es quien no sabe leer, que ese bastante desgracia tiene, analfabeto es quien saber leer y no le da la gana de leer, y además no le da la gana de pensar, ese es el verdadero estúpido al que hay que temer y evitar (y ahora hablo en serio).
Estimados desestimados y timados, ilustres e ilusos, miembros y miembras de esta Academia Estúpida tupida de Artes y Letras, tengo el deshonor de presentarles a la persona que conozco que más estupideces ha hecho y hará: a mí. Y parece ser que esto de la estupidez va a más y a peor con los años…
Muchas gracias.
Saludos, y Salud (y R) para todos.
RIDÍCULUM
He publicado catorce libros:
El Sol del Corazón (poesía de amor), Latidos de Papel (poesía de amor), La Historia que pudo ser (cuentos históricos), Lo Veo Negro (poesía visual y social), Sonetos decretos y otros poemas (poesía de amor y social), Republicancionero (Canciones del Bando Republicano en la Guerra Civil Española), Risas en Senryus (Senryus de humor), Inmensos Breves Momentos (La vida en Senryus), Te meto con un soneto en to el careto (sonetos críticos y satíricos), Relatos relativamente relativos (relatos), COLORES, MANOS Y LETRAS. Pliego de la Visión nº 87 (poesía visual), GAMAS CRUZADAS. Bicolorland. Curas Ricuras Tricuras. Pliego de la Visión nº 126 (poesía visual), Abcdarios Los Prescindible Nº 16 (poesía visual), Miles de poemas (poesía).
He participado en más de mil quinientas antologías españolas e internacionales.
He colaborado en las siguientes publicaciones de poesía visual y Revistas Ensambladas:
La Jirafa en Llamas, Circulaire 132, LaLata, 2 DIEZ SEIS Gaceta bolsa de papel, 20 20 Convocatoria de Poesía Visual, Attic Zine, 100 % PVC, El Paraíso, Icaria, EL REMITEN-TE, <<10” Cuaderno Artístico, Collage, Revista-Fancine Procedimentum, 3D3 Revista de Creación, A-4 Hoja Poética, Brain Cell, BARAJA POÉTICA BABILONIA, Pequeña Convocatoria de Poesía Visual, Convocatoria Escritura Asémica, Convocatoria Internacional de Escritura Digital Asémica, Cuaderno Gigante Cartón III Plástica Poética, El Caliqueño, Fuego X favor. El Aleph, Improntas – Visual Piloto, Colores – Visual Piloto, Caligrafías – Peralto, VISUAL LIBROS 2001 2010, OBBOpoema, @RtH*Le, t.a.z. tiny art zine, Pense aquí, KART, Wipe, Resite, The Artistamp Revue, FRANTICHAM’S, sPMATSzine, Fingerprints, Tales & Gossips. Fake Polaroids, Art in a Box, La espiral, Museo Mínimo de Poesía Visual, Zine in a Box, Nada Zero, SONETOS Babilonia Revista Ensamblada.