Presentado por el aspirante a idiota Llapis
Apreciados académicos y académicas.
Con la intención de evitar que sean ustedes futura sustancia e ingrediente exótico del panorama cultural, o de permanecer expectantes en la cámara de maduración para futuro festín de solaz esparcimiento. Me uno a esta estulta Academia y contribuyo con mis carnes a la parrilla del espectáculo hertziano.
Escojamos entre gruñir mientras defecamos o echar un polvo sobre el capó de un Cadillac El Dorado.
Hete aquí, en estos tiempos de bobería y de arraigamiento del estado de bienestar, al arte como alimento de ociosos recostados en estancias calefactables, le quedan dos generaciones o menos.
Tiempos se avecinan donde, sera apreciado el hacedor y sus tangibles hechos y no, lo onírico, que se diluirá en una atmósfera enrarecida de vapores fétidos. La creación sera sustituida por el ingenio y la moneda no servirá para amasar producto artístico.
Fácil seria contentar a maleantes adictos al mainstreaming, elementos que son la garrapata cultural de la creación y dejar en el olvido a tantos y tantos cazadores-recolectores que esquilmando el planeta, nos han llevado a disfrutar de longeva y saludable existencia e incluso a sustituir nuestras muelas por otras para seguir royendo genio lúcido
Pero no, saludemos a un porvenir catártico. Atrás quedan restos de civilización a la deriva catatónica que nos recibe a un espacio pendiente, pleno en creación, caos, chozas y crueles antropófagos de lo arcaico. Un futuro donde lo efímero y lo estacional suceda a la duradero y lo inmortal sucumba en el interior de cerebros reptilianos.
Por un mundo alfombrado con cristales rotos y cenizas de incunables.
Por un mundo donde los museos derruidos alberguen asustados humanos próximas presas de hordas hambrientas.
Por un mundo estúpido donde los estultos académicos naveguemos sobre nubes, lanzando por doquier escupitajos oscuros y cáusticos.
Por un mundo nuevo y sin orden.
Viva la madre que nos pario.
Bailaremos sobre la tumba de Sorolla.
Gracias y buena herramienta.
CURRICULUM
José Santamaría “Llapis”
Conocido por allegados, nací en tierra de ranas, vi antes discurrir imágenes de nubes reflejadas en las acequias, que el destello de la cabalgata de perros bailando. En una era incierta y silenciosa, mi horizonte circundante, solo lo alteraba el discurrir del agua hacia destinos ignorados, llevándose los cadáveres inaprovechados.
Desplazarse andando no es eficiente, siempre he procurado hacerlo lo menos posible, dirigirse moviendo los pies alternadamente cuan hombre prehistórico, evidencia un método desatinado y una falta de criterio para llegar a cualquier ambición. Es preferible, hablando, imaginando o motorizado, se alcanza con mas eficiencia un recinto creativo o un aposento ocioso con menor coste . Una vez en el destino, uno puede emplearse en lo que prefiera o abandonarse a lo predestinado.
Desde asistir al parto de una cabra sin manual, a la poesía visual solo median unas cuantas hojas del calendario. Opinar, pintar, escupir certeramente y mientras, talo arboles o crio gallinas o edifico un cementerio para pestañas ocupa mi tiempo y además de atiborrar el planeta con un repertorio de elementos absurdos. Ya se sabe que los ignorantes no dudamos pero si nos desplazamos y en ello estamos. Eres lo que heces.
Abandoné la fotografiá influenciado por el comportamiento del colibrí, no tenia sentido captar imágenes, nervioso, metiendo el objetivo, como el pájaro la cabeza en todas las flores, me parece de mala educación, ir toqueteando asuntos ajenos en toda su extensión. Es alarmante que no sea alarmante.
Hoy, retirado cualquier movimiento, que no sea gandulear, todo se materializa libremente en diferentes procedimientos, sin orden establecido, y queda inerte a merced del ensañamiento del aprecio. Como las ventanas emergentes, ignorar cualquier asunto es beneficiado por la desatención.
Si es cierto que nadie es inmóvil y que se orbita a través de constelaciones siempre, aun después de muerto. Si es cierto que nadie muere sin hacer algo inteligente, al menos una vez en la vida, entonces poco hice y me lo pase bien.