Presentado por la aspirante a idiota Itziar Rekalde Luzarraga
Estupendísimos señores y señoras académicos y académicas. Es un honor, que me otorgo, dirigirme a la Academia para mostraros mis virtudes artísticas, humanas, mentales y recíprocas.
Nunca he sido propensa a propensar, pero dado que ello es indispensable para que las puertas y ventanas de esa excelsa institución, que ustedes tan sabia y estultamente dirigen, se abran y me den acceso, con misticismo y letargo, a sus propias entrañas, lúbricas y necias, así como subsidiarias y trashumantes de la ciencia del arte dislocado y desnortado, les propenso unas palabras —a ojo de buen cubero— con la cretina intención de que ustedes mismos se confabulen, construyan, edifiquen el discurso que mejor crean conveniente:
Efebo, efigie, ególatra, egregio, elfo, embrión, enchufe, engorro, enhebrar, enigma, enmienda, entuerto, epíteto, epopeya, epígrafe, escalpelo, escama, escapulario, escarnio, escrutinio, esperpento, espectro, esquivo, estercolero, estigma, estólido, estraperlo, exánime, expósito, escatología, improperio, indómito, ingrato, injerto, inopia, insecto, interfecto, intrépido, iracundo, laberinto, lacónico, laico, lampiño, lánguido, lascivo, laúd, laxo, legajo, legaña, legendario, lego, lenteja, letargo, libelo, libido, liendre, ligamento, limbo, litigio, liturgia, locuaz, lóbulo, lúbrico, lustre, llaga, macabro, mácula, magistrado, magma, magreo, mausoleo, majadero, maleta, mamarracho, mamón, manantial, mancebo, mandanga, mandolina, manco, manicomio, maniquí, manubrio, marasmo, maraña, marcial, marmota, aroma, martingala, mascarilla, matarife, mecenas, medroso, membrana, mendicante, mendrugo, mengano, menguar, meninge, mentecato, meretriz, menudencias, mercenario, metralla, miasma, milagro, mingitorio, misántropo, místico, misionero, momia, monóculo, monsergas, montaraz, morfema, morral, mortaja, mundicia, birrete, botafumeiro, brillantina, brújula, botarate, botón, brincar, bicoca, bruja, bragueta, branquia, bronco, bizarro, bucle, brizna, burbuja, badajo, bacteria, balido, burlesco, baratija, bargueño, basílica, basilisco, bastardo, bastón, batracio, blasfemo, bodoque, biberón, pábilo, palangana, palitroque, pálpito, pantano, panteón, parábola, parálisis, paráfrasis, parásito, parodia, partisano, patraña, patíbulo, patógeno, patronato, pávido, payaso, pebetero, penitente, peregrino, pérfida, pergamino, periplo, perjuro, perorata, pértiga, pergamino, periplo, perjuro, perorata, pértiga, petulante, piafar, pezuña, picaporte, picardía, pifia, pignorar, píldora, pingajo, piropo, plañidera, pleamar, polaina, pólipo, porfía, posada, postizo, precario, preámbulo, prebenda, precoz, predicador, prefacio, prefijo, preludio, prepucio, sabandija, sabañón, sacramento, sádico, sarcasmo, sarmiento, sátiro, sátrapa, secular, sepia, septicemia, sepulcro, sepultura, séquito, serrallo, serrín, sibila, silogismo, simbiosis, sinalefa, sincronía, sinfonía, siseante, sobrio, socarrón, sodomita, sofisma, soluble, sollozo, sopapo, soporífero, sórdido, sortilegio, sosia, súbdito, subsidio, suburbio, succión, sucedáneo, sufragio, sufrimiento, suicida, sumidero, sumiso, suntuoso, suplicio, supositorio, suspensorio, tábano, tafanario, taimado, taladrar, tálamo, talismán, tarifa, taxativo, taxidermista, tedéum, telaraña, témpano, témpora, tenebroso, tendón, tenia, teología, terciopelo, termita, tétanos, títere, tobillo, tocino, tórax, tormenta, torno, torrente, torso, tortilla, trabuco, tramontana, tramoya, trampolín, tránsfuga, transido, trapecio, trapense, trasgo, trashumante, traslúcido, trasquilado, trastienda, trazo, trebejo, trébede, trinchera, trípode, tropel, tropa, tropelía, tuétano.
Las palabras auxiliares, tipo muleta (preposiciones, verbos, adverbios…), se las buscan ustedes que, con sus conocimientos analíticos y precoces, seguro que lo bordan. Deseando ferviente y tontamente me sea concedido el plácet para mi ingreso en tan variopinta entidad, me despido de ustedes con la mosca detrás de la oreja y sin bolsillos en los pantalones.
He de decir para mi descaro y descargo que este discurso es un encargo realizado por medio de la inteligencia artificial. No se me atribuya pues, cualquier atisbo de genialidad que puedan encontrar en él.
Estultamente agradecida
RIDÍCULUM
RIDICULUM VITAE TOTALIS ET COMPLETUM
Precedentes
Bajada desde el olimpo a la localidad de Gernika el tiempo necesario para nacer y ser bautizada en la Iglesia de Santa María, edificio que se salvó del bombardeo gracias al milagro ideológico del fascismo.
Por esa circunstancia -la de haber nacido- o por lo que sea, quedó ungida con incapacidad para el desaliento, una inquebrantable terquedad y un peligrosísimo nivel de entusiasmo.
De camino a Bermeo, tres días más tarde, fue presentada a San Cristóbal para que le librara de la tartamudez y le diera la capacidad de hablar sin demasiadas dificultades. Este hecho, como ya ha sido comprobado por algunas de Sus Ilustrísimas, ha facilitado su afición al dificilísimo arte del blablablá sin ton ni son.
Como su insensata familia eligió para ella el nombre Itziar, -oficialmente Iciar María-, desde los siete años, cuando aprendió a leer con cierta alegría, le quedó muy claro que, con ese nombre tan local, no podría llegar a ser princesa de esas que aparecían en los tebeos para chicas, de esas que eran rubias, con trenzas larguísimas, con vestidos pomposos y bordados con brillantinas. Sus primas y las niñas más cercanas se llamaban Ana Rosa, Rosabel, Violeta, Fátima, Irene. Como podrán comprobar, su desventaja era evidente. Este hecho, hizo que se dejara de monsergas y pusiera su foco en lo más cercano.
Algunos datos biográficos que abonaron su estulticia
- Campeona de velocidad con un solo patín. Su madre no le permitió ponerse los dos al mismo tiempo. Le dejaba, eso sí, ir alternando: podía ponerse un único patín primero en el pie derecho y luego, anárquicamente, en el pie izquierdo. O cambiar el patín, primero uno y después el otro, en el mismo pie. Nada que ver con la monotonía de ponerse siempre los dos patines en los dos pies al mismo tiempo como lo hacían Ana Rosa, Rosabel, Violeta, Fátima, Irene y las otras niñas.
- Hizo una carrera mística fulgurante bajo la influencia de la Hermana Flora en el colegio de las Carmelitas del Sagrado Corazón. En tan solo dos cursos pasó de postulante mariana a aspirante y llegó al máximo de la idiotez preadolescente, consagrándose a la virgen maría como Congregante Mariana. En este estado de bobería realizó innumerables sacrificios y estuvo a punto de levitar incluso antes de experimentar con la masturbación y algunas sustancias.
- El vino de Rioja y otros, el chuletón, el bacalao al pilpil, las gambas de Huelva, el jamón de cebo ibérico y el hijo del relojero le hicieron cambiar de rumbo.
- Desde entonces anda a la deriva de aquí para allá y de allí para acullá con algún pequeño logro y acumulando estimulantes fracasos. Su inconsciencia hace que no sepa distinguir los unos de los otros. El hijo del relojero salió pintando de su órbita.
- A pesar de su estúpido optimismo, no ha sido capaz de poner ni un solo huevo.
Aunque le consta (relativamente) que Sus Señorías han alcanzado un grado de estulticia difícilmente superable, y de la que hacen gala, espera que juzguen su solicitud con la insustancialidad que corresponda y le sea concedida la gracia de pertenecer a esa Academia, prometiendo hacer gala de su absoluta inoperancia e inutilidad.